Unas extrañas imágenes de Google Maps tomadas en un pueblo abandonado de Segovia se han hecho virales en las redes sociales. Se trata de Matandrino, un barrio rural del municipio de Prádena, que pertenece desde hace años a la España vaciada. Unos 5.000 metros cuadrados de aldea, el 75% de su superficie, se ha puesto a la venta por 100.000 euros y la curiosidad de periodistas y posibles clientes ha destapado las surrealistas escenas que se pueden observar accediendo a la plataforma.
El pueblo está situado a tres kilómetros de Prádena, cuyo censo no supera el medio millar de habitantes. En Matandrino llegó a haber nueve casas habitadas y hasta 45 vecinos. Ahora, Benito Matesanz, que vivió durante años allí, vende su parte del pueblo, en ruinas y deshabitado desde principios de los años sesenta, según relata a El Día de Segovia. Sin embargo, nadie afirmaría eso después de darse un paseo virtual por allí y ver, junto a la fachada de su capilla, la fotografía de una mujer confesándose y a otra esperando su turno.
También nos topamos con una mujer vestida de negro, dos personas con ropajes más propios de otra época charlando en una ventana, a un hombre enlutado cuidando de unos botijos, a un grupo de amigos brindando e incluso a un niño vestido de blanco jugando con piedras. Sin embargo, estos personajes no pertenecen al catálogo de espectros investigados por Iker Jiménez ni forman parte de un teatrillo vecinal de este pueblo segoviano, sino que son modelos posando para una artista visual.
"Los despoblados"
Se trata de un proyecto que inició en 2016 y continúa en la actualidad la artista visual y fotógrafa francoespañola y estadounidense, Elena Kendall-Aranda, que lleva por título Los despoblados. Con su residencia a caballo entre Madrid y Nueva York, a través de su iniciativa ha querido poner en valor los más de "2.800 pueblos catalogados como abandonados en España, más de mitad de ellos a la venta y/o en proceso de convertirse en balnearios o centros deportivos".
"Son monumentos visuales de un momento en el tiempo que el resto del mundo ha olvidado hace mucho tiempo y forman parte de la historia amenazada de España", asegura la artista. Empleando las funciones del Street View de Google Maps para crear un espacio en línea, ha creado por ahora un total de cinco paseos virtuales "entre habitantes fantasmas recreados" con los que pretende "brindar una nueva perspectiva sobre nuestro pasado y nuestro presente colectivo":
Advierte que su objetivo no es fomentar su rehabilitacion, sino "mantener vivos sus recuerdos a través de la doble capacidad única de Internet para navegar a través del tiempo y el espacio, y de jugar con los límites entre la práctica de archivo y la producción creativa". Además de Matandrino, del que dice en su web que "la señora Gregoria, la última aldeana que quedaba, se fue en 1963 aunque regresó todos los días durante años para cuidar su ganado", Kendall-Aranda ha retratado los paseos por cuatro lugares más de nuestro país.
Tobes, en Guadalajara, que fue abandonado en 1973 y llegó a tener 90 aldeanos; también está Oreja, cerca de Toledo, abandonado en 1960, y Boñizes, en Soria, con solo un habitante en 2014. El Alamín, en Madrid, cierra la lista como pueblo colonizado durante el franquismo. La artista, que pretende "establecer metáforas que aborden cuestiones como la identidad y la memoria", ha expuesto Los despoblados en Vermont y Nueva York en 2016 y 2018.