¿Cuánto vale una vida humana? El hecho de que haya diferentes respuestas a esa pregunta es lo que ha sustentado las mayores desgracias en la historia de la humanidad. Sin embargo, el largo historial de crímenes contra la dignidad y los derechos humanos sigue sin disuadir a quienes creen que hay más de una respuesta posible. Una de esas personas ha resultado ser la diputada del Parlamento Europeo Clara Ponsatí.
Eso es lo que ha ocurrido en el programa de Cafè d'Idees que se emite por las mañanas en La 2 de TVE. Allí, la presentadora Gemma Nierga ha lanzado la siguiente pregunta a la invitada Clara Ponsatí, exconsellera de Educación de la Generalitat e independentista convencida: "¿La independencia de Catalunya es tan importante como para valer la vida de una persona?" La contestación de Ponsatí, de algo más de un minuto, le ha servido para recibir multitud de críticas en redes sociales.
"Sí yo creo que sí", ha comenzado diciendo la política, para después matizar: "No estoy diciendo que tengamos que hacer sacrificios humanos, a ver si nos entendemos. Pero que me muestren alguna de las grandes causas donde no hayan tenido lugar sacrificios importantes".
Uno de los zascas más contundentes que se ha llevado Ponsatí en Twitter ha sido de su rival político Carlos Carrizosa, miembro del parlamento de Cataluña por Ciudadanos. Carrizosa ha aprovechado, además, para recordarle que tiene que "responder de los delitos que cometió" y le pide que deje a la gente "vivir en paz".
La contestación de Carrizosa ha sido aplaudida en Twitter por las mismas razones que han llevado a condenar las palabras de Ponsatí. Algunos se han quejado del simple hecho de que se la haya entrevistado, mientras otros han incidido en lo peligroso de su discurso: "El problema es que hay quien compra su discurso con el riesgo de que alguno sea capaz de intentar materializarlo arma en mano".
Ponsatí ha querido seguir matizando lo sucedido horas después de la emisión de la entrevista. En Twitter, ha hecho un pequeño hilo donde explicaba que ella no aboga por la violencia, pero que la causa que defiende no puede dejar de hacerse por la posible violencia que desencadene. Para muchos, no obstante, sigue siendo insuficiente y contradictorio: "No estoy diciendo lo que estoy diciendo. Pero en fin, que lo estoy diciendo, pero no, no lo he dicho, aunque lo estoy diciendo..."