Que la oposición iba a saltar contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez no era algo difícil de adivinar. Ni su cesión ante Marruecos al reconocer el plan de "autonomía para el Sáhara" que exigía Rabat, ni las explicaciones que ha dado para ello ("Europa debe defender a su ciudadanía, no puede ser un rehén energético de Putin", ha comunicado a través de Twitter) han convencido. Pero quizá lo que no esperaba el presidente es que también iba a levantar un terremoto entre la izquierda, que lo ha atacado con dureza.
El presidente de la Xunta de Galicia y candidato a liderar el Partido Popular Alberto Núñez Feijóo ya adelantó ayer la posición que iba a tomar el PP. Acusó al Ejecutivo de "romper el consenso en política Exterior que se había mantenido durante 40 años" y dijo que "nunca he visto a un Gobierno cometer tantos errores". En la misma línea, el expresidente José María Aznar argumentó que le parecía "un error de consecuencias históricas, que pagaremos muy caro y una provocación".
Y es que, salvo Moncloa, el resto del espectro político ha entendido que la nueva postura de España respecto al problema del Sáhara Occidental se aleja de la resolución de la ONU. El que fuera socio de Sánchez en el Gobierno, Pablo Iglesias, ha sido más duro aún que la derecha al calificar este hecho de "cinismo torpe" y de "traición al pueblo saharaui". Argumento que han apoyado otros políticos como Pablo Echenique o Yolanda Díaz, convirtiendo Twitter en un inmenso océano de zascas hacia el presidente.
El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, ha ido más allá y, junto a otros diputados como Íñigo Errejón (Más País) o Míriam Nogueras (Junts per Catalunya), ha firmado una solicitud de comparecencia de Sánchez en el Congreso "ante la traición al Sáhara".
Además, distintas personalidades del mundo del derecho o la cultura también se han manifestado en contra de esta decisión. Desde el magistrado y portavoz territorial de Juezas y Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, que ha apelado al Derecho Internacional para defender la soberanía del Sáhara, hasta los hermanos Carlos y Javier Bardem, que han firmado una carta, han ejercido presión. Y, por si no fuera suficiente, no han tardado en sumarse los tuiteros anónimos con su particular toque de humor.