Todavía hay quien cree que hay elementos externos capaces de influir en las preferencias sexuales de las personas. Es decir, que dependiendo de la exposición a la diversidad que uno tenga se decantará o no por tener parejas de su mismo sexo. A veces esta falacia llega hasta los extremos más surrealistas, como está ocurriendo ahora con un juguete en forma de dinosaurio que, según un tuitero, se ha concebido para adoctrinar a los niños por tener los colores del arcoíris, como la bandera LGTB.
Se trata de un juguete de los llamados push poppers o bubble poppers, unos juegos que empezaron a popularizarse en los últimos tiempos con distintas formas y colores, sobre todo al aparecer en multitud de vídeos de TikTok. Están diseñados para activar la parte sensorial al imitar la sensación tan adictiva de explotar el plástico de burbujas que viene en los embalajes y sentir su estallido en nuestras manos.
Además, realizan también una labor pedagógica al fomentar que los niños tengan una mayor concentración en el juego, estimular la función cerebral, proporcionar una actividad mental divertida y reducir el estrés y la ansiedad, siendo incluso beneficiosos para los pequeños que tienen trastornos del aprendizaje. Sin embargo, para el bueno de Johan Lozada, todas estas bondades pasan a un segundo plano por el color del juguete en cuestión.
Aprovechando el filón de estos juguetes, se han elaborado con múltiples formas y la de dinosaurios es una de las temáticas con más éxito en las etapas infantiles. En una búsqueda rápida por Internet podemos encontrarlo a la venta por unos 5 dólares (4,58 euros) en varias páginas web. En ninguna de ellas, como era de esperar, hablan del colectivo LGTB y se limitan a describir que el juego es color arcoíris.
La respuesta de los tuiteros no se ha hecho esperar y Lozada está recibiendo un sinfín de críticas y mofas por lo retorcido que ha sido atacando al juguete. De hecho, son miles los comentarios que ha inspirado, la mayoría riéndose directamente de su hilarante teoría sobre el adoctrinamiento. Estos son algunos ejemplos:
Lozada, que se ha dedicado a contestar a muchos de ellos, no está dispuesto a dar su brazo a torcer y ha seguido defendiendo su teoría:
Lo cierto es que todo tendría mucho más sentido si todo esto hubiese sido un troleo del tuitero. Aun está a tiempo de decirlo y levantar su reputación.