El líder de Vox, Santiago Abascal, ha tenido que dar ejemplo y madrugar este miércoles para formular su pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. Una cuestión en la que se ha afanado unos dos minutos que no pasarán a la historia de sus mejores intervenciones: repetición de palabras, errores de lectura, titubeos, frases desordenadas y miradas desesperadas a sus papeles para no perder el hilo han sido la tónica general de su intervención y el jefe del Ejecutivo lo ha usado en su contra.
Preguntaba primeramente Abascal qué medidas "útiles va a tomar usted para devolver a los españoles el poder adquisitivo que su gobierno les ha robado" y acusaba a Sánchez de usar como excusa la invasión rusa a Ucrania o la pandemia: "Es usted el responsable de que España esté en el vagón de cola de Europa, usted y sus políticas suicidas son las que están arrollando a los españoles. Es usted y sus socios cómplices los que están los enemigos de España y que quieren que a España le vaya mal", ha dicho, en plena confusión, el de Vox.
Ha justificado la falta de apoyo de su formación a las medidas porque, ha dicho literalmente, son "hambre para hoy y hambre para mañana" y le ha pedido a Sánchez que "reduzca su gobierno faraónico, reduzca el gasto político y el gasto sindical. Reduzca todas esas cosas". También le ha vuelto a acusar de comportarse como un "autócrata caprichoso", criticando que "ya le dije que su capricho marroquí lo iban a pagar los españoles en la factura del gas y en las cosas con la llegada de pateras argelinas".
"Lo suyo es puro postureo"
Se despidió animando a Sánchez "a responderme con los comodines de siempre: con Franco, con Putin, con el machismo y con la xenofobia", pero el presidente no dijo nada de eso al comenzar su respuesta, sino que aprovechó para burlarse abiertamente del líder de ultraderecha: "No se ha preparado usted muy bien la pregunta, señor Abascal, se le han hecho largos estos dos minutos", le espetaba ante una cámara en la que han resonado las carcajadas e incluso al de Vox se le ha espacado una sonrisa.
"De todas formas, somos viejos conocidos, llevamos unas cuantas sesiones de control. La verdad es que le agradezco su claridad", ha dicho Sánchez para retomar su intervención, aprovechando para enviar una puya al PP: "Ustedes al menos hablan claro, son transparentes, no como sus socios, que felicitan a Macron por haber ganado las elecciones y, en cambio, pactan con ustedes cada vez que pueden".
Sánchez también acusó de incoherencia la simpatía de Abascal por Le Pen cuando esta, recordó, aboga por prohibir las exportaciones agrícolas a Francia, y le echó en cara que ahora hable de mejorar la vida de la gente cuando Vox no ha votado a favor de ninguna medida social como la subida del salario mínimo o la extensión de los ERTEs: "Eso no lo hicieron, no han aprobado ninguna de las propuestas para proteger a las personas. Por eso, señoría, hay poco que rascar en su pregunta porque lo suyo es puro postureo", ha rematado el presidente.
En un brevísimo turno de réplica, Abascal acertó a decir que "verle a usted hablar de postureo tiene tela, señor Sánchez". Con todo, a los diputados que estaban en la sesión y también a los periodistas y tuiteros que la han venido siguiendo, no se les ha pasado ese cúmulo de errores del presidente de Vox y todos ellos lo han achacado al madrugón que se ha tenido que pegar para estar desde las 9:00 horas y menos de una hora allí antes de irse sin que acabase el pleno:
No obstante, aunque Sánchez haya acusado a Abascal de estar despistado, él también tiene mucho que callar. Lo decimos por la equivocación que ha tenido hoy llamando "señor Abascal" al diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián: "Discúlpeme, discúlpeme. Ha sido un lapsus imperdonable", ha pedido perdón el presidente, entre risas, y con el catalán mostrando sus manos juntas y sumándose a la broma:
"Que me espíen, vale, pero que me llame Abascal, me fastidia", ha remarcado al tomar la palabra Rufián.