"Pedí dejarles un mensaje..." Así comienza el tuit con el que Rodrigo Jiménez Solórzano, un hombre de 37 años residente en Ciudad de México, se despedía públicamente del mundo. Con este mensaje, colgado en su perfil de Twitter de forma póstuma, Rodrigo informaba a la gente que lo había apoyado este tiempo de que acababa de fallecer después de llevar un tiempo luchando contra un cáncer que le afectaba a la sangre.
Rodrigo solía poner tuits donde iba informando sobre las novedades de su enfermedad. En los últimos tiempos, había hecho varios llamamientos para que la gente donase sangre, entre ellos uno donde explicaba que necesitaba más donantes: "Hola a todes, he recibido sangre y plaquetas que me ayudan a controlar mi enfermedad. Necesito al menos 10 donadores/as de sangre. Me podrían ayudar".
En sus redes, también era habitual verlo compartir momentos junto a sus seres queridos en el hospital o frases motivacionales con las que ayudarse a sí mismo y a quienes estuviesen pasándolo tan mal como él. Sin embargo, esta semana se despedía de todos afirmando que, al contrario de lo que se pueda pensar, había salido victorios: "Fui más amado que nunca, la enseñanza es vivir hoy intensamente".
A finales de abril las cosas se complicaron aún más para Rodrigo: pilló el covid. Según contó en un tuit, el fin de semana del 23 fue especialmente difícil: "Entre la quimio del viernes, el cansancio del sábado con su retención de líquidos hermosa y el estrés del domingo por contagio covid en la familia... puf".
Pese al cansancio y las dificultades, Rodrigo nunca se rindió. En su último hilo de Twitter postmortem, además, hay dos videos: uno despidiéndose a cámara y otro del funeral. Las redes se han volcado en dar mensajes de apoyo y contestar por última vez a este hombre que siempre se consideró un "defensor de los derechos humanos".