La tenista Paula Badosa se ha metido en un buen charco. No es que sea mujer de cortarse a la hora de decir lo que piensa, pero quizás no haya previsto que negarle la condición de lengua al catalán no es solo una falacia, sino que también supone una ofensa para su comunidad de hablantes. Según los últimos datos de la Plataforma per la Llengua, correspondientes a 2021, son más de 4,5 millones de hablantes los que lo emplean a diario en Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares.
Sin embargo, a la número 4 del ránking WTA, estos números deben parecerle una nimiedad. En concreto, su comentario lo ha hecho en una entrevista que ha concedido al medio LTA. Fue una charla distendida en la que ha contestado también a un pequeño test rápido de preguntas y respuestas donde ha soltado la perla que los catalanohablantes no le perdonarán jamás. Badosa toca muchos temas: confiesa que la mejor jugadora de la historia cree que es Serena Williams y que su mejor amiga en el circuito es Sabalenka, entre otras cuestiones personales.
Pero le han preguntado también sobre los idiomas que domina y ella menciona el español, el inglés y el catalán. No obstante, matiza rápidamente que este último "no es una lengua, pero lo cuento como tal", una conclusión que no ha sentado nada bien entre las personas que hablan catalán. De hecho, el tuit con el vídeo de la entrevista se publicó el pasado 30 de julio, pero no fue hasta este miércoles cuando se popularizó en Twitter España, provocando tantos comentarios negativos que desde LTA han decidido eliminarlo de sus redes sociales.
Únicamente nos quedan capturas de pantalla del momento, como esta en la que se puede leer en el subtítulo la polémica frase que ha levantado ampollas. Y es que Twitter de por sí ya no es un camino de rosas, pero cuando alguien se posiciona claramente y lo que dice desprende alguna connotación política, se llama a zafarrancho de un lado o de otro:
Al otro lado del cuadrilátero tuitero, como suele ocurrir, están aquellos que se han alineado con la tenista, bien sea por su catalanofobia o, directamente, por fastidiar a los catalanes que se han ofendido:
Ella, lejos de entrar al trapo, lo único que ha hecho ha sido bloquear a algunos perfiles que, suponemos, le habrían increpado en la red social.