El verano se acaba, pero las denuncias de los camareros que se topan con condiciones laborables abusivas no cesan. En las redes sociales las ha canalizado la cuenta Soy Camarero, que está desarrollando una labor encomiable de denuncia que ya hemos traído a las páginas de La Jungla en más de una ocasión. Ahora, uno de sus tuits nos ha mostrado de nuevo hasta dónde es capaz de llegar alguna hostelería que pisotea los derechos de los trabajadores sin inmutarse y cómo procura cubrirse las espaldas ante una inspección.
Desde la cuenta han compartido una captura de pantalla de una conversación de WhatsApp en la que una chica adjunta la imagen de un cuadrante y se dirige a sus compañeras para contarles lo que le había sucedido. Asegura que la mujer que le hizo firmar el contrato le invitó a "poner este horario, que las horas de más no me las pagan". "Serán cretinos", valora la camarera, explicando que "quieren que les regale 46 horas de más al mes por 1.200 euros y librar solo 4 días al mes".
La chica ha añadido que, por si fuera poco, los domingos le toca doblar y salir a las tres de la mañana para entrar al día siguiente a las 10:00 horas. Sin embargo, la cosa todavía empeora con la respuesta de una de las integrantes del grupo de WhatsApp en el que está desahogándose, quien pregunta si "¿vosotras no estáis firmando las horas a diario?" y advierte que "si algún día viene una inspección de trabajo y os pregunta algo, le tenéis que dar el número de la administradora de la oficina de María José".
Esclavos y no trabajadores
"Y si no quieren, pues la llamáis y habláis vosotras con ella, pero no deis ninguna información antes de consultarlo", insiste finalmente. Desde Soy Camarero han difundido ambas capturas y han añadido la coletilla que hemos estado escuchando de boca de algunos hosteleros durante los últimos meses, a modo de mofa: "No encuentran camareros, dicen...".
El tuit se hizo viral rápidamente provocando cuantiosos comentarios de todo tipo. Desde los que explican sus experiencias con las inspecciones hasta los que se suman a las críticas a esas empresas hosteleras:
Desde luego, no está la vida para regalarle 46 horas a ninguna empresa.