Los que recuerdan aquel ridículo anuncio que Donato protagonizó en 1995 tratando de vender el libro Fuerza para vivir ―lanzado en España por organización vinculada con la extrema derecha estadounidense― no se habrán sorprendido de que el exfutbolista haya apoyado a Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil ni tampoco que haya llamado al golpe de Estado desde sus redes sociales al conocerse la victoria de Lula.
Donato Gama da Silva fue uno de los jugadores del mítico Superdépor. De origen brasileño, pero viviendo en A Coruña desde su etapa como futbolista en el equipo de la ciudad, no ha ocultado nunca que es ultrarreligioso evangelista. Tras confirmarse la ajustada victoria de Lula da Silva, ha reflejado su indignación de la peor forma posible: "La guerra aun no ha terminado, el pueblo brasileño ha despertado, no se quedará así", ha escrito.
"Si el pueblo sale a la calle, puede haber una intervención militar. El comunismo no puede volver al poder. No tires la toalla", continuó Donato en su Instagram, escribiendo estas palabras como el pie de foto de una ilustración en la que se ve una bota militar con el escudo de Brasil aplastando una estrella roja con el símbolo comunista. Una imagen que eliminaría poco después al ver el revuelo que se había montado, pero que ha servido para enfadar al deportivismo.
"Soy de extrema derecha"
Donato intentó disculparse a su manera en otro post, asegurando que "nunca me sentí tan triste después de una elección", citando versículos de los evangelios y precisando que "esto es lo que dicen ser de extrema derecha: contra el aborto, ideología de género, contra el maltrato a los niños y niñas. Si esto es ser de extrema derecha, yo quiero ser parte de estos extremistas", para finalmente reconocer que "si Bolsonaro acepta la derrota y no prueba que hubo fraude, no tendré más remedio que aceptarlo y aguantar".
"Si ofendí a alguien, pido disculpas, nunca tuve intención de ofender o faltar al respecto a nadie", terminaba Donato con poca credibilidad. Sin embargo, entre sus confesiones, memes de Lula y fotos con "Mesías Bolsonaro", como le llama, los seguidores del Deportivo de A Coruña no están dispuestos a perdonarle. En 2019 se había anunciado desde el club que el exfutbolista colaboraría con ellos a través de su fundación, pero no ha quedado claro si aquello llegó a materializarse; no obstante, por si así fuera, los aficionados ya han pedido que se rompa ese vínculo:
Parece que Donato no lo pasaría bien si vuelve a pisar Riazor.