Miguel Ángel Revilla no ha empezado marzo con muy buen pie, pero a medida que avanzan los días va recuperando el buen humor que lo caracteriza. El cese de su consejero de Obras Públicas tras verse salpicado por la trama de corrupción en obras de carreteras ha sido un duro golpe a la popularidad de un político que trasciende las fronteras de Cantabria, la comunidad autónoma que preside. No en vano, sus apariciones en medios nacionales son habituales por su peculiar forma de abordar la actualidad.

Dentro de esa manera de ser que tanto gusta de Revilla, hemos encontrado un nuevo capítulo en su haber el pasado 8M, en plena manifestación feminista. El presidente cántabro participó en la convocatoria de Santander y ha compartido un par de imágenes en sus redes sociales. En primer lugar, posando con un grupo de jóvenes que portaban diversas pancartas con lemas como "no están todas nuestras voces porque desde la tumba no se puede gritar" o "nos quieren como musas porque nos temen completas", además de alguna bandera de CCOO.

Sin embargo, la pancarta más polémica llegaría en una segunda fotografía en la que Revilla posa únicamente con una joven que sujeta el cartel donde se puede leer: "Somos más fuertes que un Nokia 3310", en referencia a aquel teléfono prácticamente irrompible que causó furor en los primeros coletazos de la década de los 2000. El presidente, para hacer su chascarrillo, mostró en la imagen su propio móvil, más parecido al famoso Nokia que a los nuevos smartphones:

Revilla ha subido esta fotografía a Instagram y a Facebook, alcanzando los 8.700 me gusta en la primera y las 1.843 reacciones en la segunda red social.

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