Monedero ha pedido que se regule Twitter. ¿Para evitar la difusión de bulos y noticias falsas? ¿Para luchar contra los ataques de odio? ¿Para mantener a raya a los bots? ¿Para salvaguardar la privacidad de los usuarios frente a la venta de datos? No, su motivo es mucho menos mundano: recuperar, sin pagar, su tick azul de verificación. Así es, queridos lectores, el cofundador de Podemos ha pedido que se intervenga una empresa privada para que su perfil tenga un simbolito que acredite que quien escribe es él de verdad y no otro.
La tragedia se mascó en la red social con la caída de la tarde de este jueves, cuando empezaron a volar los verificados como pequeños pajarillos azules que se disolvían dándole a F5. Las personas que tenían el tick azul y no han querido pagarle a Elon Musk a conciencia, procuraban ironizar sobre el tema, como ha hecho la genial Halle Berry o el presentador Roberto Leal, con mención especial al poema que le dedicó Alejandro Sanz.
Sin embargo, otros como Monedero iniciaron una pataleta que ya está durando demasiado. A partir de ahora, las cuentas verificadas serán las que paguen un mínimo de 9,68 euros al mes o 101,64 euros al año si eres una persona física, mientras que en el caso de organizaciones o empresas tendrán que apoquinar 950 euros al mes por una cuenta principal y 50 euros a mayores por cada una de sus afiliadas. Estarán marcadas, en este caso, con la insignia dorada si son compañías y por la gris si son organizaciones gubernamentales
"¿Ya no soy yo?"
En este contexto hemos podido ver, por ejemplo, que el Papa Francisco o la Guardia Civil se quedaban sin sus insignias. Las de los ministros del Gobierno se han ido recolocando a lo largo del día y otras han permanecido sin cambios, como las de Pablo Iglesias o Pablo Echenique. Sin embargo, Monedero no ha querido pagar y ha observado que la red social no es del empresario Elon Musk porque "es una construcción colectiva que se gestiona privadamente":
Ha defendido que "la información es un bien público y Twitter lo hemos construido entre todos y todas", preguntándose que quién es Musk "para 'desverificarme', ¿ya no soy yo?", abogando además por regularlo. No obstante, lejos de encontrar la solidaridad deseada al otro lado, Monedero se ha topado con cientos de críticas y burlas como estas:
Veremos si finalmente paga o expropia.