Amada y odiada a partes iguales, la esponja también es uno de los elementos que nos diferencia en la sociedad. Ducharse con o sin ella equivale a la tortilla con o sin cebolla o al uso de la bata o la manta: una forma como otra cualquiera de diferenciarnos y, sobre todo, discutir alegremente cuando nos juntamos con amigos. En este caso vamos a aportar una visión científica del uso de elementos para ayudarnos a frotarnos bajo el agua, que no parecen lo más higiénico del mundo, sino todo lo contrario.
La cuenta de TikTok de @farmaceuticofernandez, con más de 2,7 millones de seguidores, ha querido responder a un vídeo del tiktoker Carlos García en el que decía estar "todo rayado" porque había descubierto que no todo el mundo se duchaba con esponja. Él, que sí la usa a diario, no se explicaba cómo había personas que únicamente usaban sus manos para darse el gel cuando lo que considera idóneo es frotar con fuerza para eliminar piel muerta.
El farmacéutico ha querido aconsejar desde la "sensatez y la prudencia" porque, ha dicho, "ducharse sin esponja es más conveniente". Ha explicado que con ella "realizas demasiada fricción y eso desprotege y desgastas más la piel por el efecto de la erosión" o, lo que es lo mismo: se eliminan más células de las que "tocan". Otro problema es que la temperatura caliente, el ambiente húmedo y las células muertas son un caldo de cultivo perfecto para que crezcan las bacterias y los gérmenes.
"Si no la usas previenes una posible infección", ha aclarado el farmacéutico, añadiendo que "la mano es mejor que la esponja y bien saben los chavales que suficiente, aunque tu intención sea frotar bien fuerte".