“Nunca planeé contar esta historia en TikTok, pero aquí estamos”. Así comienza su relato Taila Maddison, una modelo de OnlyFans antes de mostrar al mundo uno de los peores descubrimientos de su vida. Tanto es así, que acabó arruinando la boda de su madre.
¿Qué es OnlyFans?
Esta plataforma nació en 2016 y ya cuenta con 1,5 millones de creadores de contenido (como Taila Maddison) y más de 150 millones de usuarios registrados. Tuvo que esperar cuatro años, concretamente hasta el estallido de la pandemia, para ver su gran despegue. Y todo porque muchas personas vieron en OnlyFans una forma de ganar dinero desde casa.
Lo que la diferencia de YouTube o Instagram es que se pueden incluir todo tipo de contenidos bajo suscripción. Incluido el pornográfico. De ahí que muchas estrellas del cine porno, o gente amateur, la utilice.
Pero eso no significa que sea el único contenido: clases de yoga, recetas de cocina, manualidades y consejos de todo tipo, hace que sea atractiva para muchas personas. Se puede subir contenido en vídeos, fotos y audios con textos.
El precio para poder acceder a los contenidos varía entre los 4,99 y los 49 dólares. Y hay descuentos dependiendo del tiempo de suscripción. Del dinero recaudado, el creador se lleva el 80% y la plataforma el 20% restante.
¿Qué le paso a la modelo de OnlyFans?
“Le arruiné la boda a mi madre”, afirma Taila Maddison que reside en Nueva Gales del Sur (Australia). “Cuando empecé en mi sitio web, tenía este cliente que era el número uno. Fue un seguidor desde el principio. Hablábamos todos los días. Me hacía peticiones personalizadas, cosas muy específicas, y también tenía un nombre de usuario muy concreto en la web”.
Tal era el ‘interés’ de su futuro padrastro que se gastó la friolera de 2.000 dólares australianos (unos 1.200 euros) sólo en los dos primeros meses. “Me vio tener sexo con mi pareja”, ha dicho Taila Maddison.
El que iba a ser su padrastro aparecía en la etiqueta ‘de tus contactos’. Por tanto, Taila tenía guardado su número de teléfono en su teléfono móvil. “Me volvía absolutamente loca tratando de averiguar quién era esta persona de entre mis contactos hasta que lo reduje a seis candidatos. Y uno de ellos era mi padrastro”, confirma.
¿Cuál fue su siguiente paso? “Seguí mi instinto y le envié un mensaje a la cuenta desde el sitio web”, relata. Ese mensaje era muy claro: “Sé quién eres”. La respuesta inmediata fue: “Tenemos que hablar”.
Pillado in franganti, su reacción (ni corto ni perezoso) fue la de decirle a Taila que se lo iba a decir a su madre, antes de que ella lo hiciera. Algunas de las peticiones que le hacía era que el contenido lo creara en su habitación, en su propia cama, y que usara determinado tipo de ropa interior.