Lo de opinar sobre el físico de los demás sin que nos pidan opinión es una de las enfermedades del siglo XXI, sobre todo en lo que atañe a las personas con cuerpos no normativos que se pasan de la talla 38. No somos conscientes de hasta qué punto podemos estar influyendo en la salud mental de la gente a la que juzgamos y cada vez el listón de los físicos perfectos está más alto, como se puede comprobar en el siguiente vídeo viral.
La protagonista es la tiktoker Betsa Bermúdez, una joven de Barcelona que cuenta con más de 1,3 millones de seguidores en la red social, donde comparte vídeos arreglándose y narrando situaciones cotidianas. Es, a todas luces, una mujer muy atractiva, que entra en los cánones de belleza y de hecho colabora con diferentes marcas, pero ni siquiera ella se ha librado del comentario gordófobo de turno, que en este caso le ha hecho la dueña del centro de belleza al que fue a hacerse la manicura.
Un negocio, como todos los de estética, al que se va a salir con la autoestima alta después de cualquier autocuidado, pero Betsa ha tenido que enfrentarse a una situación muy incómoda y ha logrado salir airosa de milagro. "Me acaba de pasar algo surrealista, todavía estoy temblando", comienza, antes de relatar cómo se acercó la mujer "directa a mi barriga y me la toca, me dice que 'te has engordado' y yo me quedo como '¿qué?', hace muy poco que voy a ese salón".
"Qué innecesario"
Asegura que desde enero ha subido unos 9 kilos, pero se siente bien con su cuerpo y "no creo que esta persona se haya dado cuenta de si he engordado o no", pero la dueña insiste en decirle que sí, que se le sale la barriga, que antes "no eras tan gordita" e incluso le pregunta por su estatura para concluir que "tendrías que perder unos kilos y yo tengo métodos para perdernos en una semana, tres o cuatro, a ti te ayudaría mucho".
Betsa se niega y le dice que "me hace feliz haber engordado", pero a su interlocutora no. "Me ha incomodado mucho, estoy llevando superbién los cambios en mi cuerpo, pero hay días que no me siento yo misma", ha confesado, celebrando que ese día "no me ha sentado tan mal poco podría, pero si llego a tener un mal día me pongo a llorar y, como podéis ver, sigo nerviosa".
La tiktoker llegó a mandarle una foto a su novio para mostrarle la postura en la que estaba para contrastar y baraja también, como la mujer es de origen chino, que no lo hubiese hecho con mala intención, sino por un tema cultural. En todo caso, reitera, "ahora estoy un poco rayada; o sea, qué innecesaria esta situación", concluye, mostrando las uñas por las que tanto ha tenido que aguantar.
Además, ha escrito con el vídeo que "lo más triste es que la chica que me estaba haciendo la manicura es la más grande físicamente del salón y su cara era de más incomodidad que la mía, ni me imagino lo que ella tiene que escuchar". El vídeo acumula más de 1,8 millones de reproducciones y más de 2.300 comentarios, muchos de ellos de mujeres que admiten que un comentario así a ellas las hubiera "destrozado".