A medio camino entre lo romántico de un oficio casi extinguido y lo inquietante que puede llegar a ser, si lo pensamos fríamente, que un desconocido te venga a pedir tus cuchillos a la puerta de casa, el afilador sobrevive en el siglo XXI habiendo cambiado su bicicleta por una furgoneta y su tradicional chiflo por una melodía grabada y difundida en altavoces. Su peculiar forma de anunciarse por ciudades y pueblos de España ha sorprendido a una americana que reside en nuestro país, Rachel, que lo ha publicado en TikTok hasta hacerse viral.
Hay constancia de la existencia de afiladores ambulantes en territorio español desde hace al menos tres siglos y Pérez Galdós los retrató después en sus Episodios Nacionales. Uno de los servicios más característicos del mundo rural y urbano, al principio se movían con bicicletas de forma itinerante para afilar cuchillos, tijeras, navajas e incluso arreglar paraguas y otros utensilios; no obstante, después empezaron a hacerlo en motocicleta y ahora ya lo hacen directamente en automóvil.
Eso sí, aunque su rueda o tarazana ya no sea tampoco la misma, permanece su anuncio casi intacto aunque ahora lo haga por megafonía: "¡El afilador! ¡Ha llegado el afilador a la puerta de su casa! ¡Afilo cuchillos, tijeras...!", se les escucha entre melodía y melodía. Un sonido que salía primeramente de una pequeña flauta de pan llamada chiflo y que asociábamos inmediatamente a su presencia en el barrio. Pero, ¿qué se le puede pasar por la cabeza a un extranjero que no sepa de qué se trata?
"¿Por qué quiere que salga?"
Esta pregunta la ha respondido en TikTok la joven estadounidense Rachel Anne, viviendo en España desde hace casi cinco años. Con más de 13.600 seguidores en la red social, suele compartir vídeos de choques culturales y el afilador, que dice haber visto tanto en Madrid como en Galicia, ha sido uno de ellos. Así, en su vídeo, se ve su cara mientras escucha su retahíla y se pregunta qué es eso: "¿Es la Policía? Espera, no... ¿El camión de los helados? ¿Por qué me está diciendo que salga de mi casa?":
El vídeo de Rachel, que supera las 76.000 reproducciones, demuestra que algo tan cotidiano para la mayor parte de la sociedad española se puede volver turbio y tenebroso para quien no sepa de qué va el afilador. Entre los muchos comentarios que le han dejado, están los más nostálgicos, como "este es más moderno, va con el mensaje grabado", "hace 40 años que no lo escuchaba, ¿aun existen?", "está en peligro de extinción", "antes era a voces, con armónica y moto" o "la última vez que escuché uno fue por el 2013 en mi pueblo".
También han enumerado otras profesiones ambulantes que la joven podría encontrarse en nuestro país, como "el gitano con la cabra", "el melonero, el colchonero lanero y el tapizador", "el que arregla cacerolas y ollas", "el chatarrero" o, en el caso del pueblo de un usuario, "un coche con megáfono anunciando los fallecidos del día". Además, mucha gente de América Latina pensaba que únicamente existían afiladores en sus países e incluso españoles han admitido no saber de qué se trata. Larga vida al afilador, pero, por favor, que no vayan tan rápido en sus pasadas porque no es la primera vez que deja a más de uno plantado con los cuchillos en la mano en plena calle y eso sí parece de psicópata.