La borrasca Bernard ha arrasado en las últimas horas parte de España, golpeando especialmente a Andalucía. Las rachas de viento han alcanzado los 147 kilómetros por hora y dos personas han fallecido, una en Huelva y otra en Córdoba. En total, los bomberos del Consorcio Provincial de Cádiz intervinieron este domingo más de 300 veces en toda la provincia por incidencias relacionadas con esta catástrofe climatológica.

Un vehículo, por ejemplo, volcó tras un desprendimiento en el camino del Arroyo Sequillo, en el término municipal de Trigueros, Huelva. El suceso del fallecido en Huelva se ha producido a las 21.19 horas de este domingo, cuando el vehículo en el que viajaba volcó tras un desprendimiento en el camino del Arroyo Sequillo, en Trigueros, Huelva.

El automóvil ha caído a la cuneta, donde ha quedado semivolcado, tras desprenderse una de las paredes del camino, y la persona quedó atrapada en él. El fallecido en Córdoba fue hallado sobre la acera en la calle Motril y las primeras pesquisas apuntan a una muerte como consecuencia del temporal. La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido. El cadáver aún no ha sido identificado, pero sí han confirmado que la muerte ha sido accidental.

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Y la borrasca también se trasladó al transporte ferroviario. Un trayecto de unos minutos se convirtió este domingo en una odisea. De Bellavista a Dos Hermanas, en Sevilla, cuatro horas. Rachas de vientos de más de 150 kilómetros por hora azotó a algunas zonas de la provincia. El fenómeno meteorológico provocó además a caídas de árboles, desperfectos en el mobiliario público y afectó severamente al funcionamiento del cercanías de Sevilla.

Las redes se han llenado desde entonces de quejas sobre los incidentes, que tuvieron lugar -sobre todo- durante este lunes. Una joven de Dos Hermanas relata a través de un extenso hilo en X (antes Twitter) que se subió a un tren en Bellavista a las 19:48 para ir al municipio nazareno (con 15 minutos de retraso) y que se transformó un trayecto de seis minutos en uno de tres horas.

El tren se paró y la megafonía informó a los pasajeros de que "había un problema en la infraestructura" y que el corto trayecto duraría algo más de lo normal. Cuando pasaron 30 minutos, la sensación de intranquilidad y nerviosismo era palpable, según narra la usuaria. Se llegó a tal punto que incluso hubo pasajeros que se bajaron del tren y se marcharon saltándose las vallas de seguridad de las vías.

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Después de horas de incertidumbre y a oscuras, teniendo incluso que ser habilitada una zona para fumadores en la zona del servicio, el tren llega a Dos Hermanas a las 23:00 horas. El cercanías no llegará a Utrera, su destino final, por lo que los pasajeros utreranos deben esperar a un autobús facilitado por Renfe que no tiene una hora de llegada.

Llegan las 00:30 y no hay noticias de ese autobús de recogida, por lo que los utreranos tienen que recurrir a familiares que los recojan o a servicios como Uber para llegar a sus hogares. Este no ha sido el único incidente que ha protagonizado Renfe debido a la borrasca.

No fue el único percance. La noche del domingo, cuando Bernard hizo acto de presencia en Sevilla, la estación de Santa Justa fue otro escenario de pánico con pasajeros que a las 02:00 de la mañana no sabían si iban a poder llegar a sus casas. Un chico incluso tuvo que recurrir a un familiar que hizo un total de 160 kilómetros para poder llegar a casa.