En la capital japonesa, al igual que en otras grandes ciudades y capitales del mundo, el servicio de metro y tren finaliza alrededor de la medianoche, dejando a quienes lo pierden en la necesidad de buscar alternativas si no viven en esas ciudad o zona. Ante el coste elevado de los taxis, tanto los locales como los extranjeros exploran opciones como encontrar alojamiento temporal para evitar quedarse en la calle o esperar largas horas hasta el primer tren de la mañana siguiente.
Megan Elizabeth, una ciudadana estadounidense que reside en Japón, comparte su experiencia a través de un video en su cuenta de Instagram, @the.hito.bito, detallando cómo enfrenta la situación de perder el último tren en un vídeo que se ha hecho viral con más de 24 millones de visualizaciones. Megan explica que, si bien los hoteles pueden resultar costosos, existen establecimientos conocidos como cafés manga que permanecen abiertos las 24 horas del día y ofrecen alquiler de habitaciones por horas a precios asequibles.
Estos cafés manga, como los describe Megan, ofrecen la opción de pagar por horas o adquirir paquetes de horas a precios reducidos. Por ejemplo, un paquete de seis horas tiene un costo de 2.700 yenes, aproximadamente 17 euros al cambio. Al ingresar al establecimiento, se proporciona una tarjeta de identificación que permite acceder a la habitación alquilada. Las habitaciones son de pequeño tamaño pero adecuadas para pasar unas horas viendo series o descansando. Megan también señala una realidad que no es tan bonita como la opción de pasar unas horas en estos "alojamientos": algunos residentes japoneses optan por vivir en estos cubículos de forma habitual, ya que resulta más económico que alquilar un apartamento en la ciudad.
Además, muestra que en las áreas comunes de estos establecimientos se pueden encontrar estanterías llenas de libros, manga y novelas, disponibles para los clientes. También se ofrece acceso gratuito a máquinas expendedoras de helado, mandos de consolas de videojuegos y gafas de realidad virtual. Cada cubículo personal está equipado con un cómodo sillón, un ordenador, una pantalla grande e incluso una manta para abrigarse en caso de necesidad. Sin dudarlo, se trata de un buen lugar para pasar el tiempo hasta que sea posible regresar a tu casa en tren y una opción que, cada vez más, las grandes ciudades irán incorporando.