Héctor Soto es “el niño mimado de clase” del Colegio de Educación Especial Virgen de Loreto de Madrid. Con siete años, su retraso severo del lenguaje le impide comunicarse a través de frases articuladas. Los pictogramas, los sonidos y las palabras sueltas son su única forma de mantener relación verbal con su entorno. Por eso, el día que -tras un curso escolar “de grandes avances”- soltó “yayo, Héctor, abre” cuando su hermano tocó el timbre de casa de sus abuelos, su madre, Eva Vela, supo que su hijo “no se quedaría estancado” y que había que luchar “para que día a día siga utilizando cada vez más lenguaje”.
Aquel día del pasado enero en el que Héctor articuló aquellas tres palabras dirigidas a su abuelo fue uno de los días más felices de su madre; en contraste, uno de los más desesperantes fue aquel en el que el Hospital Universitario de Torrejón -público de Madrid pero de gestión privada- le denegó el tratamiento de rehabilitación logopeda que reforzaría y complementaría la ayuda que recibe en el colegio en el que está matriculado. “No puedo entender que se deniegue el tratamiento, es otra piedra en el camino de seguir avanzando”, explica Vela a EL ESPAÑOL.
La incredulidad de esta madre ante la decisión del jefe de Rehabilitación del Centro de Especialidad Veredillas, que depende del Hospital de Torrejón, se basa en que fue el propio responsable de Foniatría del Hospital público madrileño de La Paz, el doctor José López Tappero, quien autorizó hace un año la rehabilitación complementaria.
Hizo esa autorización tras estudiar el caso, que supervisa desde que Héctor recibe atención médica especializada a muy temprana edad. “Ruego autorización para rehabilitación foniátrica en centro concertado perteneciente a su área sanitaria por retraso severo del lenguaje y rinolalia abierta”. Fue aquí donde empezó para la familia “una odisea” que, en palabras de la madre, no se la desea “a nadie”.
“No existe una base que justifique la decisión de denegar el tratamiento del jefe de Rehabilitación. Lo que ocurre es que Héctor -que tiene reconocido un 65% de discapacidad- es un niño que no le interesa a un hospital de gestión privada, ya que ocuparía una plaza de rehabilitación por su patología. Héctor le sale demasiado caro al Hospital de Torrejón”, explica la madre en una petición en change.org que ha alcanzado más de 20.000 firmas.
Esas son sus propias conclusiones. El doctor denegó el tratamiento por “ser contraproducente” recibir este complemento al que ya percibe el menor. No le valió, siempre según la versión de los familiares de Héctor, ni la autorización desde el Hospital de la Paz ni un informe minucioso elaborado y ratificado por el tutor, la logopeda y el orientador del centro escolar la que acude.
“Momento óptimo para seguir recibiendo apoyo”
En el citado informe, el colegio de Educación especial incide en que la “evolución del alumno ha sido muy significativa desde su incorporación al centro”: “El avance en esta tarea tiene una repercusión muy positiva sobre el desarrollo de otros aspectos fundamentales como la autonomía, la autoestima, las relaciones interpersonales, la conducta social y el juego”. Y sentencia: “Evoluciona favorablemente y se encuentra en un momento óptimo para seguir recibiendo apoyo y desarrollar la comunicación”.
“Un momento óptimo”. Algo que no convenció al doctor al que había sido derivado Héctor ya que, según relata su madre, tachó el informe de “subjetivo”: “Me dijo que el necesitaba datos objetivos”. Por eso, su conclusión fue dar carpetazo al asunto. Algo a lo que se niegan los padres de Héctor.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Hospital Universitario de Torrejón han estudiado el caso de Héctor, según ha informado los propios organismos en nota de prensa, y se ha procedido a citar al niño en la agenda de consultas de Logopedia del centro madrileño.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, conoce el caso. A través de un tuit que desató la ira de la madre de Héctor (“no me podía creer lo que estaba leyendo”, dice) Sánchez afirmó que llevaban “meses” en contacto con la familia y que “el niño está recibiendo el mejor tratamiento”. Vela acusa en conversaciones con este diario al consejero de la rama de “mentir”: “No hemos recibido tratamiento ni me han contestado de ningún sitio”.
Durante la mañana de este martes, Vela sí recibió una llamada de la Gerencia de Hospitales interesándose por el caso. Tras exponerle la situación, la responsable se comprometió a “buscar una solución que pase por dar tratamiento a Héctor”, aunque ya le advirtió a la madre que sería “contraproducente” otra sesiones de rehabilitación paralelas a las que ya recibe el niño en su colegio.