Si no se quita el hiyab, no puede estudiar. Una joven lleva sin poder ir a clase en un instituto de Valencia desde que comenzó el curso porque el centro le prohíbe entrar si no se quita el pañuelo que le cubre la cabeza. La denuncia la ha hecho este viernes SOS Racisme del País Valencià, tras recibir la queja de la alumna que viene respaldada además con colectivos como el Movimiento por la Intolerancia, el Centro Cultural Islámico de Valencia y la Plataforma contra la Islamofobia.
El director del centro educativo se ciñe a que es una norma del centro y su postura permanece invariable a pesar de la visita de un inspector de educación, el intento de mediación de la Consellería y el rechazo público que la portavoz del gobierno valenciano y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, ha mostrado con respecto a la actuación de la dirección del instituto. Las alternativas de la joven pasan, hoy por hoy, por ceder y quitarse el pañuelo que ella considera como seña de su identidad religiosa o cambiarse de instituto.
La organización SOS Racisme ha explicado en un comunicado que la joven, de 24 años, recibió el pasado 8 de septiembre –día de inicio de las clases- una llamada del director del centro quien, según la nota, le instó “en términos taxativos” a quitarse el pañuelo porque, de no hacerlo, al día siguiento no entraría en clase.
La joven estudiande contactó entonces con las organizaciones sociales antes citadas y presentaron queja ante el Defensor del Pueblo y el Sindic de Greuges (el defensor del pueblo regional). También hablaron con la Conselleria de Educación. Desde el departamento que dirige Vicent Marzà, de Compromís, se envió al inspector de zona para comprobar los hechos. El director, que se mantuvo en su postura, fue citado al despacho del inspector jefe para instarle a que cambiara su actitud.
El responsable del centro alegó "una interpretación literal y cerrada de un artículo del reglamento del centro que impide a los alumnos llevar nada en la cabeza, norma que nació para impedir que estuvieran en clase con gorras y sombreros que pudieran ocultar su cara, cosa que no se le puede atribuir al pañuelo”, recoge el comunicado.
SOS Rascisme lamenta que "de nada ha servido" decirle al director que esa norma, "de rango menor, debe ser interpretada de forma adecuada y conforme a los derechos fundamentales de la persona, entre ellos los derechos a la libertad religiosa y de expresión", por lo que su negativa a admitir una interpretación flexible del reglamento se mantiene.
Ante esta polémica, la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, ha tomado partido del lado de la joven estudiante. "Voy a hablar como consellera: uno de nuestros cometidos es la diversidad religiosa y en el caso del pañuelo en la cabeza es un símbolo religioso, también cultural y de género, como cuando ponemos pendientes a las niñas al nacer. Tenemos que ser muy cuidadosos con la libertad religiosa, la diversidad cultural, la libertad a la propia imagen; las estéticas son diversas en los institutos", ha manifestado este viernes.
Oltra ha defendido que el pañuelo en la cabeza “no supone ninguna denigración colectiva ni individual", pero que obligar a quitárselo cree que puede entrar en conflicto con artículo 14 de la Constitución.