Las prostitutas no quieren que los periodistas se refieran a ellas en sus artículos como “mujeres en situación de prostitución” ni a los clientes como “prostituidores”, tal y como propuso hace una semana la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en su guía de recursos para medios de comunicación sobre cómo abordar la prostitución y la trata de seres humanos. “Las trabajadoras del sexo somos prostitutas, putas, meretrices, no deberían colgarnos ningún otro cartel. Las fontaneras son fontaneras y no mujeres en situación de fontanería”.
Así se desprende de un comunicado conjunto que han publicado el colectivo Hetaria y la Agrupación feminista de trabajadoras del sexo (AFEMTRAS) en el que manifiestan su malestar con la presentación de la guía impulsada por Carmena: “Las opiniones de la alcaldesa no representan las diferentes sensibilidades”. “Es terrible escuchar a la Asociación de la Prensa de Madrid hablar de lenguaje discriminatorio. Discriminatorio es que un sector del Ayuntamiento no quiera escuchar a las trabajadoras del sexo”.
Para las asociaciones firmantes, “eufemismo es no permitir que las mujeres, en este caso putas, se autodenominen como deseen. Es decir, las trabajadoras del sexo somos esto, trabajadoras del sexo, prostitutas, putas, meretrices”. “Así es como nos nombramos y autonombramos las mujeres que estamos organizadas y exigiendo derechos laborales y sociales desde hace años. Todas estas palabras para enfrentarnos al estigma que pesa sobre nosotras. Consideramos que personas ajenas a nuestra actividad no deberían colgarnos ningún otro cartel, como por ejemplo, mujeres en situación de prostitución”, continúan el texto titulado SeñorXs periodistas, llaménme puta
“Es decir, que las fontaneras son fontaneras y no mujeres en situación de fontanería porque nuestro oficio es un trabajo, aunque a algunas personas no les guste. Ni necesitamos que nadie nos denomine “víctimas de trata” cuando no sea cierto”.
La polémica guía para periodistas
La guía, que se presentó la semana pasada envuelta en polémica y que está disponible en internet, incluye consejos para los periodistas especializados en estos asuntos sobre cómo abordarlos y términos sustitutivos que se utilizan con frecuencia en los textos periodísticos. En una de las secciones, la referida al uso del lenguaje, se citan una serie de “expresiones de uso frecuente” y se ofrecen “alternativas deseables” para sustituirlas.
Así, la guía propone cambiar prostituta, puta, trabajadora sexual y otras por "mujer en situación de prostitución, víctima de trata o de explotación sexual o mujer prostituida".
Al referirse a clientes, usuarios y consumidores de la prostitución, se sugiere cambiarlo por "putero", "prostituidor" o "demandante de prostitución". Y en cuanto a "empresarios del sexo", "empresarios de la noche" y "dueños o representantes de clubes de alterne", la guía pide que se refiera a ellos como "proxenetas", "explotadores sexuales" o "dueños de burdeles o prostíbulos".
Desde AFEMTRAS y el Colectivo Hetaira, consideran “determinante,” saber cómo estos colectivos se autonombran y no privarles de capacidad de decisión como si necesitaran tutela. “Es responsabilidad del periodismo mostrar la realidad en toda su diversidad, por tanto, también debe reflejar la de las trabajadoras del sexo que así quieren ser llamadas”.
“Nos decepciona enormemente que un Gobierno local que presumía de respetar la diversidad y de querer gobernar para las poblaciones más vulnerables, nos ofrezca más de lo mismo, de lo que ya conocemos y no nos beneficia”, sentencian.