Para empezar el pleno de esta semana, Manuela Carmena y su tableta. La alcaldesa de Madrid ha enviado algunos gráficos y un vídeo a los concejales de la oposición para que siguieran su rendición de cuentas ante la Cámara. Cual narrador radiofónico de un partido de fútbol, ha descrito lo que iba sucediendo alrededor de un contenedor de basura “seleccionado de forma aleatoria”: “Ahí vemos cómo se va acumulando, luego lo limpian… Esa persona deja un somier, y el somier se recoge”.
La regidora ha presentado su “índice del ensuciamiento” para contestar a las críticas de la oposición. En los últimos meses, tanto PP como PSOE y Ciudadanos han sintetizado: “Madrid está sucia”. De ahí que Carmena haya comenzado el pleno con estas fotografías. “Estamos mejor que otros años, vamos mejorando”. Ha achacado la dificultad para limpiar a los contratos acordados por Botella –que ha definido como “desastrosos” – e incluso ha acusado a la oposición de hacer campaña contra ella con fotografías de basura “de otras capitales europeas”. "Con lo que nos hemos encontrado, nuestra política es milagrosa", ha presumido. El diagnóstico de Carmena ha sobresaltado a la oposición, que ha lamentado la “ingenuidad” de la alcaldesa.
El índice del “ensuciamiento"
La imagen que ha utilizado Carmena como centro de su discurso corresponde al “índice del ensuciamiento”. “Aunque les sorprenda, estamos en situación de limpieza en algunos casos”, ha relatado para presentarlo.
Según ha informado el Consistorio, este indicador es fruto del análisis mensual de más de 3.000 parcelas, en su mayoría aleatoriamente seleccionadas. Las superficies elegidas rondan los 250 metros cuadrados y en su anchura debe incluirse acera y medio metro de arroyo. A partir de ahí, se utiliza un método de conteo de residuos orgánicos e inorgánicos.
Tableta en mano, Carmena ha mostrado un gráfico donde el nivel de ensuciamiento es ahora menor que el de diciembre de 2013 o agosto de 2014. “Según los contratos que sufrimos, estaríamos hasta en una situación aceptable”, ha explicado.
“Esto es un calvario”
La sombra de los contratos suscritos por Ana Botella persigue toda comparecencia relacionada con la limpieza de Madrid. “Son desastrosos, un calvario, y no podemos hacer las cosas como nos gustaría”, ha relatado Carmena.
La regidora ha abierto la puerta a rescindir los contratos, pero la cantidad que debería abonar el Ayuntamiento a las concesionarias podría ser muy elevada y dependería de la decisión del juez, lo que frena este movimiento.
En otra imagen mostrada puede percibirse cómo el presupuesto empleado por el Ayuntamiento en este sentido ha caído en picado desde 2009 hasta ahora.
Carmena acusa a la oposición de mentir
En los últimos meses, los partidos de la oposición han colgado fotografías en Twitter con el objeto de denunciar la suciedad de Madrid. Incluso se han orquestado campañas.
Manuela Carmena ha asegurado que esas imágenes “no son de Madrid”, sino de “otras capitales europeas”: “Ay Dios mío, qué fotos, qué disgusto”, ha lamentado la líder de Ahora Madrid. “Que nadie se atreva a poner en cuestión el nombre de nuestra ciudad porque eso nos perjudica”, ha terminado.
La oposición, incrédula
PP, PSOE y Ciudadanos han aprovechado su turno de réplica para echar en cara a Carmena que “Madrid sigue sin estar limpia”.
Begoña Villacís, portavoz de los naranjas, ha sido la primera en tomar la palabra. “Por fin encontramos un vecino que piensa que la ciudad está limpia”, ha dicho son sorna. Con la vista en el edificio de grupos municipales, ha criticado: “Hay un váter justo al lado que lleva varios días en la calle y nadie lo recoge”. La de Ciudadanos ha lamentado que la alcaldesa “se quede en la herencia recibida”: “Algo tendremos que hacer”. En cuanto a la mentira que ha endosado Carmena a su partido, ha dicho: “Partir de esa premisa es una barbaridad”.
El PSOE, socio para casi todo de Carmena, ha echado en falta información. “No hay detalles, sólo datos generales”, ha aseverado su portavoz, Purificación Causapié. Sin desconfiar de los datos mostrados por la alcaldesa, ha dejado caer: “Aunque los datos sean mejores, los ciudadanos entienden que Madrid está sucia”.
Esperanza Aguirre, a modo de prólogo, ha recriminado a Carmena “confundir la discrepancia con el desacato o la falta de respeto”. “Quizá estemos equivocados, pero nos pagan por hacer oposición, esa es nuestra labor, aunque no le guste”. Sin ambages, la portavoz del PP, ha sentenciado: “La ciudad está más sucia que nunca”.
Tal ha sido la incredulidad de la oposición que, durante las palabras de Carmena, ha podido escucharse en la Cámara un murmullo continuo, que ha llevado a la alcaldesa a pedir silencio en varias ocasiones: “¿De verdad es tan difícil que me escuchen con respeto? ¡Vaya democracia!”.
Las medidas de Carmena
Preguntada por la actuación del Ayuntamiento, Carmena ha recogido en su rendición de cuentas “las medidas excepcionales” llevadas a cabo para limpiar Madrid.
Ha mencionado el refuerzo de las bajas por vacaciones este verano, los programas compartidos por la Agencia para el Empleo, las acciones de choque en “los barrios donde se ha detectado un mayor número de incidencias”, la campaña en autobuses y marquesinas o el reparto de ceniceros.
Una enumeración que no convence a la oposición y que hace de la limpieza uno de los puntos más candentes de la política madrileña.