“El preservativo es el principal aliado en la lucha contra el sida”. Con esta afirmación “incompleta”, según los expertos consultados, el diputado Gabriel Rufián ha llevado al Congreso de los Diputados la lucha contra el VIH a través de una pregunta al presidente Rajoy durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles. Cuatro intervenciones -entre ambos- de no más de cuatro minutos en total que no han servido para abordar los verdaderos retos de esta problemática en sede parlamentaria en la víspera del Día Mundial contra el Sida.
Tras ser interpelado por el portavoz de ERC en la Cámara Baja, el líder del Partido Popular sacó pecho de las políticas sociales que su Gobierno había llevado a cabo durante la pasada legislatura que han hecho cumplir, según su versión, la estrategia 90x90x90 de ONUSIDA: “El 90% de las personas diagnosticadas están en tratamiento antirretroviral y más del 90% de los que están en tratamiento presentan carga viral indetectable”.
Al que no se refirió Rajoy es el tercer reto 90% marcado como hito internacional. El conseguir que el 90% de las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico. En este aspecto, el presidente mantuvo un meditado mutismo -se limitó durante su intervención a leer- ya que España está lejos de alcanzar este logro. En nuestro país, viven entre 130.000 y 160.000 personas con infección por el VIH, de las que aproximadamente entre un 20 y un 25% no están diagnosticadas, según los datos del propio Ministerio de Sanidad.
“En Europa y España no sólo se trata de frenar el VIH, sino de evitar que nuevas personas se infecten”, asegura el director de la ONG Apoyo Positivo, Jorge Garrido, en declaraciones a EL ESPAÑOL. Por eso, considera que además del preservativo, es “urgente” implantar la pastilla preventiva, que ya se usa, por ejemplo, en Estados Unidos, desde 2012. “Es responsabilidad de cada país implantarla ahora”, señala como uno de los grandes retos en este campo.
Más acceso a la prueba de detección
Para Garrido, otro de los desafíos a los que hacer frente pasa por eliminar todas las barreras -económicas y burocráticas- existentes de acceso a la prueba de detección del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
“Nos encontramos con momentos en los que apenas nos llegan preservativos a las entidades, debiendo además estos estar disponibles en locales de ocio donde se necesiten por la frecuencia u ocasión de la práctica o encuentro sexual”, explica Garrido. Y matiza: “Pero no en máquinas, sino gratuitos en el propio local”.
Con respecto al diagnóstico precoz del VIH, explica, que se puede hacer con diferentes pruebas, y normalmente un tipo de ellas, las de screaning (no diagnósticas), las hacen, entre otros, las entidades sociales: “Es un tipo de prueba (normalmente de saliva) que no requiere un entorno clínico ni personal sanitario y un modo de acercar la prueba a donde se necesita; la comunidad”.
Por ello, califica de “imprescindible” que “la comunidad” haga pruebas - “Apoyo Positivo está intentando abrir un espacio de checkpoint, como tienen las principales capitales del mundo”-.
El principal problema, comenta, es que la prueba “no está universalizada, no está disponible y visible en todos los entornos clínicos ni físicos”. “Nosotros llegamos al público que llegamos, normalmente en ciudades grandes”, asegura. Por ello, se pregunta “¿qué ocurre con núcleos rurales y otras capitales con menos recursos”?
“La prueba del VIH debe promoverse desde el sistema de salud, como principal responsable y no delegar la mayor responsabilidad de campañas y promoción del testing en las entidades sociales. Se debe tomar de modo integral, como un problema de salud pública y no delegar casi únicamente la responsabilidad de la promoción y difusión de la prueba y sus campañas en las entidades sociales”.
Quedan (muchos) más retos pendientes
En la misma línea Quique Poveda, de COGAM, propone potenciar el uso de la pastilla preventiva -“siempre y cuando se sigan todas las revisiones y recomendaciones médicas para que no tengan efectos secundarios”-. Además, Poveda hace hincapié en la lucha contra la estigmatización de las personas con VIH: “Es un gran suspenso en nuestra sociedad”. “Hay muchas personas infectadas pero no se hacen la prueba por el miedo al estigma que puede acarrear”.
Con motivo del Día Mundial del Sida, la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB) ha instado a las fuerzas políticas y agentes sociales a lograr un Pacto de Estado frente al VIH ya que con él se estaría “más cerca de eliminar las barreras de acceso al diagnóstico precoz y los tratamientos”. “Así como de fomentar la formación de personal sanitario y colectivos vulnerables e impulsar la investigación científica, epidemiológica y psicosocial de esta infección”.
Desde FELGTB señalan como retos a alcanzar el conseguir que España cumpla la estrategia 90x90x90 de ONUSIDA “garantizando los mecanismos necesarios en todas las comunidades autónomas para lograrlo”. Además, piden con urgencia retirar la catalogación del VIH como “enfermedad infecto contagiosa” de todos los reglamentos oficiales de las comunidades autónomas y de las administraciones centrales.
En el plano educativo solicitan incluir en el programa académico español una asignatura sobre salud sexual y prevención “que conciencia a las nuevas generaciones”. Sin olvidar, recuerdan, el crear y mantener asociaciones y entidades sociales que trabajan en la lucha contra el VIH. Así como “impulsar” la investigación científica y epidemiológica y psicosocial.