Más de mil millones de personas —el 15% de la población mundial— viven con algún tipo de discapacidad. Este colectivo, definido como “la minoría más amplia del mundo”, es víctima de una sociedad desigual: suelen tener menos oportunidades económicas y peor acceso a la educación, así como tasas de pobreza más altas. Todo ello se debe fundamentalmente a la carencia de servicios que les den facilidades en su día a día y porque cuentan con menos recursos para defender sus derechos. La falta de legislación adecuada para proteger a este grupo y la discriminación social son otras de las barreras a las que han de enfrentarse diariamente.
Este sábado, como cada 3 de diciembre desde 1992, se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La temática seleccionada este año está enfocada a promover los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), enmarcados en los planes de acción de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, cuyo propósito es construir un mundo más inclusivo e igualitario para las personas que presentan algún tipo de diversidad funcional; un futuro donde la inserción y la accesibilidad de este colectivo se constituyan como dos de los pilares necesarios para poder llevar a cabo una vida independiente y participar de forma activa en el desarrollo de la sociedad.
Un mercado laboral desigual
En España, la incorporación al mercado laboral por parte de las personas con discapacidad es todavía una tarea ardua. De hecho, pese a las medidas y ayudas de contratación existentes (subvenciones, bonificaciones de las cuotas de la Seguridad Social o deducciones sobre el Impuesto de Sociedades), más del 80% de las empresas incumplen la normativa, establecida por ley, de emplear un número de trabajadores con algún tipo de minusvalía no inferior al 2%.
Pero también es necesario resaltar la labor y el compromiso de compañías como Clece, una empresa de multiservicios para instituciones de todos los sectores, cuyo esfuerzo de integración laboral ha posibilitado que, en la actualidad, más de un 7% de su plantilla esté conformada por personas con discapacidad (5.194 trabajadores de 73.852). Y todo ello es necesario ponerlo en común, analizar la problemática y proponer soluciones desde todos los puntos de vista de los implicados.
En este contexto, se celebró el pasado martes en Málaga el V Foro Clece por la Integración bajo el lema “Capaces de superarse”. Del acto, que reunió a distintos actores partícipes de la integración al mercado de trabajo de personas con diversidad funcional para hablar de las barreras y oportunidades laborales de este colectivo, se han extraído importantes conclusiones sobre por qué a un individuo que presenta una minusvalía le es más difícil acceder a un contrato laboral.
El desconocimiento, la inadecuación de los perfiles de los candidatos a los puestos ofertados o la percepción errónea de los empresarios, se revelan como las principales limitaciones de las personas con discapacidad para acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones.
Los números reflejan esa desigualdad: las tasas de actividad y paro de este colectivo muestran valores claramente negativos en comparación con el resto de los españoles. En 2014, según el último estudio del INE (Instituto Nacional de Estadística) sobre el empleo en las personas con discapacidad, la tasa de desempleo de este grupo se situaba en el 32,2%, una cifra 7,8 puntos superior que la del resto de la población (24,4%) por aquel entonces. Además, entre los jóvenes con diversidad funcional (16-24 años), la tasa de paro fue del 67,6% (14,3 puntos más).
“Es necesario romper estereotipos para que las personas con discapacidad tengan igualdad de oportunidades con el empleo, ver las capacidades de los trabajadores y no sus discapacidades. No es un proceso fácil pero las compañías grandes tenemos la responsabilidad de abrir el camino y eliminar las barreras que nos lleven a normalizar la contratación de este colectivo”, dijo Cristóbal Valderas Alvarado, presidente de Clece durante el V Foro por la Integración.
Centros especiales de empleo
Los centros especiales de empleo son empresas cuyo objetivo es proporcionar a las personas con discapacidad la realización de un trabajo productivo y remunerado, adecuado a sus características personales y que facilite su integración en el mercado laboral. Estos centros se constituyen como ente indispensable para el acceso a los puestos de trabajo de dicho colectivo por el volumen de empleo que generan y la estabilidad laboral ofrecida.
En el caso de Clece, la integración de trabajadores con diversidad funcional se realiza principalmente a través de su Centro Especial de Empleo, Integra CEE, que cuenta con más de 2.600 trabajadores, de los cuales el 87% presenta algún tipo de discapacidad, muy por encima del 70% que establece la normativa para estas empresas.
Este viernes, para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Integra CEE organizó en Avilés una jornada participativa con el objetivo de concienciar a la gente sobre la importancia de apoyar la integración, así como para entender la discapacidad de una forma cercana. Además de dar a conocer la labor de las asociaciones participantes, se desarrollaron todo tipo de actividades, como por ejemplo, una actividad de handbike de deporte inclusivo con el propósito de experimentar las barreras a las que han de hacer frente diariamente las personas con diversidad funcional, un taller Patchwork, una exposición de manualidades o la lectura de un manifiesto en defensa de los derechos de la discapacidad.
El compromiso con la integración de las personas con diversidad funcional es una tarea que recae en todos los niveles de la sociedad, por lo que es importante trabajar en la misma dirección para construir un mundo más accesible y menos desigual.