Cuando en septiembre de este año las aulas de los colegios valencianos se vuelvan a abrir para recibir a los alumnos, los chavales se encontrarán con que el modelo lingüístico basado en la doble línea de valenciano y castellano ha empezado a desaparecer. En su lugar, se implantará -progresivamente desde Educación Infantil- un único programa plurilingüe que obligará a los centros a elegir entre seis niveles en función de la presencia del valenciano, materia que condicionará las horas que se impartan en inglés: cuantas más clases en valenciano, también más en inglés, en detrimento del castellano.
En base a la nueva normativa que el Boletín Oficial de la Comunidad Valenciana publicará esta misma semana, la dirección de los colegios deberá decidir a qué nivel se acogen: Básico 1, Básico 2, Intermedio 1, Intermedio 2, Avanzado 1 o Avanzado 2. Las diferencias entre los distintos escalones las marca la menor o mayor presencia del valenciano. En la escala más básica se impartirá todo en castellano, a excepción de la asignatura de Valenciano, mientras que en la más avanzada los alumnos recibirán todas las clases en valenciano, salvo dos materias: Castellano y otra no lingüística, el mínimo que contempla la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
Tocará pagar academias para el título de inglés
De esta forma, sólo podrán acceder al máximo de asignaturas en inglés los colegios que elijan el nivel avanzado, es decir, con mayor presencia del valenciano. Mientras que el nivel Básico e Intermedio contemplan en Primaria que se dé Inglés y sólo otra en este idioma (Educación Física o Plástica), el Avanzado prevé dos materias no lingüísticas en inglés en 5º y 6º de Primaria, Secundaria y Bachillerato.
El denominado Programa Plurilingüe Dinámico (PPD) que va a implantar la Administración valenciana supone, en la práctica, que sólo los alumnos que cursen el programa mayoritariamente en valenciano obtendrán de manera automática al terminar sus estudios de Bachillerato el certificado de B1 en Inglés. Sin embargo, los chavales formados en programas que opten por el castellano, deberán acudir a academias o centros de idiomas si quieren obtener el título de inglés correspondiente.
Agravio comparativo en zonas castellanohablantes
Así pues, el decreto penaliza a quienes prefieren educarse en castellano, y muy notoriamente a los estudiantes de zonas castellanohablantes que actualmente pueden pedir la exención de la materia de Valenciano. A esa exención, recogida en la Ley de Uso y Enseñanza del valenciano, se suelen acoger alumnos que se han incorporado de manera tardía a las aulas valencianas o de familias procedentes de zonas castellanoparlantes.
Hay que tener presente que algunas zonas castellanohablantes a las que a partir de ahora se les negará de facto una mayor competencia en inglés se encuentran entre las más deprimidas de la Comunidad Valenciana. Si sus estudiantes quieren acreditar un mayor nivel de inglés, tendrán que costeárselo.
Educación, área controlada por los nacionalistas
Esta nueva política lingüística en las aulas, que supone una inmersión indirecta, llega de la mano de los nacionalistas de Compromís, a quien el presidente Ximo Puig (PSOE) cedió la Consejería de Educación en virtud del pacto de gobierno. El titular de este departamento, Vicent Marzà, se ha mostrado en el pasado partidario de la independencia de Cataluña y de que la Comunidad Valenciana se sumara a ese proceso.
Las críticas de la oposición y de parte de la comunidad educativa a este Programa Plurilingüe Dinámico no sólo tienen que ver con la supeditación del aprendizaje del inglés a la elección del valenciano y el consiguiente rechazo del castellano. Además, será el gobierno regional -y no los propios colegios dentro de sus competencias- el que determine qué asignaturas se impartirán en inglés.