La llamada que Jorge mantiene con EL ESPAÑOL se tiene que cortar porque va a entrar a la enfermería del ambulatorio municipal. La enfermera tiene que curarle las heridas de la cara que le quitan el sueño desde la pasada madrugada del domingo. También le revisará la profesional médica la fractura de su brazo. Son las secuelas de una agresión homófoba que sufrió: un adulto le estampó una copa en la cara tras llamarlo “maricón” segundos antes de propinarle varios golpes hasta tirarlo al suelo y romperle el brazo.
Jorge, de 45 años, relata a este periódico cómo eran las 5 de la madrugada del domingo cuando salía del Black&White, un local de ambiente del madrileño barrio de Chueca. En ese momento, dos hombres -que aún no han sido identificados por la Policía- aunque podrían ser reincidentes comenzaron a gritarle a él y a su grupo de amigos “maricones”. Fue en ese momento cuando la víctima les respondió con un “vosotros también seréis maricones en todo caso porque habéis salido del mismo bar”.
A continuación, el agresor “profundamente irritado” le tiró un vaso de cristal sobre la cara produciéndole heridas de diversa consideración. “Los porteros del pub tendrán también que explicar cómo dejaron salir a la calle al hombre que me agredió con la copa a la calle”, insiste la víctima.
El ataque homófobo no finalizó ahí. El agresor empujó a golpes a Jorge hasta que este cayó al suelo y se fracturó el hueso cúbito del brazo derecho. Luego, la huida del agresor y su compañero de ataque, tal y como se recoge en la denuncia a la que ha tenido acceso este diario. La víctima tuvo que ser asistida por un el SAMUR y desde la puerta del local donde se produjo la agresión fue trasladada hasta el Hospital Fundación Jiménez Díaz.
"Sensación de total impunidad"
No fue hasta la mañana de este jueves cuando Jorge, según relata, volvió a salir a la calle. Fue para ponerse en contacto con el Observatorio contra la Homofobia de la Comunidad de Madrid y para interponer una denuncia acompañado de voluntarios LGTBI.
Desde el Observatorio, según informan, han puesto la denuncia en conocimiento de la Fiscalía de delitos de odio de la Comunidad e Madrid y la Unidad de Gestión de la diversidad de la Policía Municipal.
Yago Blando, coordinador de la Asociación Arcópoli ha declarado que las agresiones y los incidentes de odio al colectivo LGTB se siguen produciendo “con total sensación de impunidad de los agresores, sobre todo los más jóvenes”. “Necesitamos la implantación de medidas de sensibilización para erradicar esta lacra, especialmente en el campo de los centros educativos”, apostilla.