Dignidad, libertad y autonomía para las personas mayores
Los Centros Libres de Sujeciones son un nuevo modelo de atención que defiende el derecho a decidir de los ancianos y personas dependientes.
6 octubre, 2017 14:10Posibilitar y aumentar la contribución de las personas mayores en sus familias, comunidades y sociedades a través de vías efectivas que garanticen su participación, teniendo en cuenta sus derechos y preferencias. Ese ha sido el lema para conmemorar este año el Día Internacional de las Personas de Edad, celebrado el pasado 1 de octubre. ¿Pero cómo tratar de alcanzar estos objetivos?
Existe una parte cada vez más importante del panorama sociosanitario que aboga por el derecho a decidir de los ancianos y las personas dependientes, quienes están en disposición de reclamar autonomía para poder tomar decisiones en función de sus gustos y preferencias. En este sentido, empresas como Clece apuestan por modelos de atención que van más allá de un cuidado tradicional, otorgando a sus pacientes libertad, dignidad y poder de decisión.
Como consecuencia de esta forma de trabajo, tres de sus centros en Canarias —el Centro de Día La Isleta, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, el Centro de Día Cardones, en el municipio de Arucas y el Centro Socio Sanitario San Sebastián, en el municipio de la Orotava— han recibido la acreditación de ‘Centro Libre de Sujeciones’ que promueven la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) y la Fundación María Wolff a través de su ‘Programa Desatar’, que buscan mejorar la calidad asistencial en las residencias.
Elena Vega, directora técnica de Servicios Sociales Clece Canarias, explica que la finalidad de estos centros “donde prima la dignidad y el derecho a decidir de la persona” es “aumentar la calidad de vida” de los pacientes. “Nosotros miramos por el bien de los mayores y su autonomía. Queremos que sientan que son ellos los que deciden”, señala.
Todo esto es el resultado de un estudio de casos prácticos iniciado en 2015 y que, tras dos años de formación, sensibilización y concienciación, arroja resultados muy positivos. “Hemos obtenido datos muy interesantes”, afirma Elena Vega. “Eliminar las sujeciones, como el cinturón de una silla de ruedas o la barandilla de la cama, no aumenta el número de caídas, eso es un miedo irracional. Lo que sí mejoran estas personas es la interacción con los demás y la conciencia de que son capaces de levantarse por sí solos”.
En definitiva, el propósito es promover una forma de vida más activa para este colectivo y alejarlo lo máximo posible de cualquier atadura innecesaria. Desde Clece explican que las sujeciones físicas involuntarias suponen una restricción de la libertad, por lo que prescindir de ellas contribuye al bienestar personal con múltiples beneficios a nivel físico, psicológico y social.
La acogida de este modelo de atención centrado en la persona ha sido muy buena. En consecuencia, Clece ya se ha planteado iniciar la segunda fase del proyecto el año que viene y conseguir nuevas acreditaciones de Centros Libres de Sujeciones en las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
Es una realidad que la composición de la población mundial ha sufrido profundos cambios en los últimos decenios. En la actualidad, casi 700 millones de personas son mayores de 60 años; y para 2050 se espera que las personas de 60 años o más serán 2.000 millones, esto es, más del 20% de la población mundial. Así, es necesario desarrollar nuevos modelos de atención, como señala Elena Vega: “Hay que situarse en el otro lado y responder a la pregunta de cómo me gustaría que me trataran a mí”.
Clece, filial del Grupo ACS, es una empresa de servicios que cuenta con 73.000 empleados, de los que un 10,2% pertenecen a colectivos vulnerables.