El Papa Francisco, en su discurso de cierre de la cumbre contra la pederastia en el vaticano.

El Papa Francisco, en su discurso de cierre de la cumbre contra la pederastia en el vaticano. Reuters

Sociedad CUMBRE CONTRA LA PEDERASTIA

El Papa promete llevar a todos los curas pederastas a los tribunales: "Son instrumento del Diablo"

Francisco cierra la cumbre contra la pederastia en el Vaticano entonando un 'mea culpa' por "los consagrados que avergüenzan al pueblo de Dios".

24 febrero, 2019 11:20

"Son unos pocos, pero siempre demasiados, son instrumento del diablo", y avergüenzan a la Iglesias, "que por su responsabilidad moral y su consagración a la guía espiritual hace que resulte mucho más insoportable el abuso de menores".

El Papa francisco ha cerrado este domingo por la mañana la cumbre contra la pederastia que ha reunido en el Vaticano a los presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo. El Pontífice se ha comprometido a "llevar a los tribunales todos los casos" de los que tengan conocimiento las autoridades eclesiales. Y se ha comprometido a "no encubrir ni uno solo" de ellos.

Para Bergoglio, es "especialmente insoportable" que sean "los consagrados por Dios" para guiar a sus fieles los que protagonicen "abusos a menores", que ha calificado de "crímenes abominables que hay que extirpar de la faz de la Tierra". Porque la máxima autoridad de la Iglesia católica ha escuchado al "pueblo de Dios" y considera imprescindible hacer "un llamamiento a la lucha contra el abuso de menores" en cualquier ámbito. "Lo piden las numerosas víctimas escondidas y las familias".

El encuentro sin precedentes ha reunido a 114 representantes de Conferencias Episcopales entre los 190 presentes. Y ante ellos, el Papa ha insistido en que "la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante los tribunales a cualquiera que haya cometido esos crímenes". Es más, que "no intentará jamás encubrir ningún caso"

Para el Pontífice, asumir que sean miembros y "pastores de Jesucristo" los que actúen así le recuerda a "Herdores, que mandó masacarar a todos los niños". Según Bergoglio, tener en su seno culpables de casos así añade "un tinte más oscuro de infidelidad y de vergüenza" a estos crímenes, porque "socavan la credibilidad de la Iglesia deformando su rostro".

Ocho directrices

El Papa ha dictado ocho directrices para que la Iglesia católica erradique los abusos sexuales, entre las que se encuentra la obligación de poner en práctica una "seriedad impecable" en la gestión de los abusos sexuales. "Deseo reiterar ahora que la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la Justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes", ha señalado.

Con estos ocho parámetros Francisco persigue, según ha explicado, hacer frente al problema evitando los dos extremos de un "justicialismo" provocado por el sentido de culpa por los errores pasados y de la "presión del mundo". Al mismo tiempo pide, dejar de lado "todas las polémicas ideológicas y las políticas periodísticas" que a menudo "instrumentalizan, por intereses varios, los mismos dramas vividos por los pequeños".

Por ello, ha subrayado que el objetivo de la Iglesia será "escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados, explotados y olvidados, allí donde se encuentren". Porque Bergoglio no ha enmarcado estos crímenes solo a un ámbito eclesiástico, sino que ha subrayado que, si bien éste es "un problema universal y transversal que desgraciadamente se verifica en casi todas partes, eso no "disminuye su monstruosidad dentro de la Iglesia".

Para elaborar las estrategias para erradicar la pederastia en la Iglesia, el Pontífice se ha basado en el compendio de reglas de las 'Best Practices' formuladas bajo la dirección de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las fórmulas que se han puesta sobre la mesa en este encuentro y las guías elaboradas por la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.

Además de la gestión impecable de los casos de abusos, que aparece como segunda directriz, el Papa propone, en primer lugar, centrarse en el objetivo principal de proteger a los menores e impedir que sean víctimas de cualquier abuso psicológico y físico. Para llevarlo, ha pedido un cambio de mentalidad que combata "la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Institución, en beneficio de una búsqueda sincera y decisiva del bien de la comunidad, dando prioridad a las víctimas de los abusos en todos los sentidos".

En tercer lugar, reivindica la necesidad de una "verdadera purificación" porque, según ha señalado, a pesar de las medidas adoptadas y los progresos realizados en materia de prevención de los abusos, se necesita imponer un "renovado y perenne empeño hacia la santidad en los pastores". A este respecto, ha dicho que acusarse a sí mismo es un "inicio sapiencial" frente acusar a los otros, que es un "paso hacia la excusa que nos separa de la realidad".

El cuarto punto considera que será decisivo en la lucha contra los abusos "excluir a las personas problemáticas" de la selección y de la formación de los candidatos al sacerdocio. En quinto lugar, ha llamado a "reforzar y verificar las directrices de las Conferencias Episcopales" reafirmando la unidad de los obispos en la aplicación de parámetros par que ningún abuso sea nunca más "encubierto ni infravalorado".

La sexta directriz obliga a la Iglesia a acompañar a las víctimas de abusos ofreciéndoles todo el apoyo necesario y valiéndose de expertos en esta materia.

En séptimo lugar, el Pontífice ha hecho referencia a la importancia de proteger a los menores debe de las nuevas formas de abuso sexual en la red. "Es necesario oponernos absolutamente, con la mayor decisión, a estas abominaciones, vigilar y luchar para que el crecimiento de los pequeños no se turbe o se altere por su acceso incontrolado a la pornografía, que dejará profundos signos negativos en su mente y en su alma", ha aseverado.

El octavo punto, llama a combatir el turismo sexual con "acción represiva judicial, pero también el apoyo y proyectos de reinserción de las víctimas de dicho fenómeno criminal". "Las comunidades eclesiales están llamadas a reforzar la atención pastoral a las personas explotadas por el turismo sexual", ha referido. A este respecto ha indicado que entre los más vulnerables son ciertamente las mujeres y los niños.