467.000 euros. Esta es la cantidad que han pagado unos padres por un piso de 12 metros cuadrados que no tiene agua corriente ni red de alcantarillado. ¿La razón? Que su hijo tenga la posibilidad de vivir cerca de un colegio de élite en Pekín, China. El domicilio está tan codiciado porque proporciona a las familias que lo compren más posibilidades de poder llevar a sus hijos al colegio que le corresponde por proximidad. 

En el país asiático los chinos son perfectamente conscientes de las diferencias entre un colegio y otro. Por eso, esta decisión es muy importante de cara al futuro de sus hijos. En estos centros tan codiciados trabajan profesores que son desde medallistas olímpicos hasta artistas de renombre. Las clases están llenas de hijos de familias ricas y poderosas que, normalmente, acaban en las mejores universidades y en los trabajos mejor pagados. 

Por ley, los estudiantes chinos deben ir al colegio más próximo a sus casas durante los 9 años que dura la educación primaria. Además, según ha adelantado el periódico The Times, aquellas familias con vivienda propia tienen prioridad ante los que estén de alquiler.

Vivir en un descansillo: 153.000 euros

Los diminutos y precarios apartamentos situados cerca de los mejores colegios del país se han convertido en el pase de acceso para los mejores colegios del país. Se están llegando a vender hasta habitaciones que miden poco más de cuatro metros cuadrados. De hecho, en 2016 se puso en venta una parte de un descansillo por más de 153.000 euros.

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