Una madre de 34 años ha perdido la custodia de sus hijos tras demostrarse su culpabilidad en dos delitos de negligencia infantil. Los pequeños, de tres y cinco años, estaban desnutridos y eran obligados a comer heces de perro.



Mary Elizabeth Moore fue detenida en Tusla, la segunda ciudad más grande de Oklahoma (Estados Unidos). En el momento en el que los agentes la apresaron, sus hijos estaban tan desnutridos que tuvieron que ingresarlos de inmediato en el hospital y alimentarlos por vía nasal.



El niño pequeño, de tres años, solamente pesaba ocho kilos, mientras que su hermana mayor, de cinco, pesaba algo más de 11 kilos. Fue la niña quien explicó a los trabajadores del Departamento de Servicios Sociales que habían sido obligados a comer cacas de perro.

Negligencia infantil "extrema"



Los posteriores análisis que se realizaron en los menores certificaron que alojaban lombrices en su organismo, como consecuencia de haber consumido los excrementos animales, según ha informado el medio Tusla Wolrd. También descubrieron que la pareja de su madre les arrojó botellas en alguna ocasión.



La subsecretaria del condado de Delaware, Tracy Shaw, expresó a News 4 que estaban ante un caso de negligencia infantil "extremo", que calificó como "el peor que jamás he visto". Además añadió que "Si no se hubiera detectado, tal como los informes del hospital y el experto en abuso infantil dijeron, probablemente los niños estarían muertos".



Junto con la retirada de la custodia, la mujer ha sido condenada a 7 años de prisión. Aun así, ha podido evitar entrar entre rejas.

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