Los alumnos se amontonaron en la puerta del colegio con móviles en mano para grabar la inminente pelea. A Diego, un joven de 13 años, le esperaban dos compañeros para agredirle de forma sorpresiva. Cada uno de ellos le propinó un puñetazo en la sien, haciendo que la víctima perdiese el equilibrio, con tan mala fortuna de impactar contra un pilar de hormigón. Tras varios días de hospitalización, el adolescente finalmente ha perdido la vida.
Este trágico suceso ha tenido lugar en Moreno Valley, ciudad perteneciente al estado de California (Estados Unidos). El pasado 16 de septiembre Diego fue ingresado en el hospital, inconsciente, tras las heridas sufridas en el ataque de dos compañeros.
Dos jóvenes, cuya identidad no ha trascendido, esperaron al estudiante a la salida del colegio Landmark. Después de un breve diálogo, el primero de los agresores le asestó un puñetazo en la cara. Acto seguido, el segundo atacante le propinó un segundo puñetazo en uno de los laterales de la cabeza, desde un ángulo imperceptible para Diego. Como consecuencia de ambos golpes, el joven perdió el equilibrio y cayó al suelo, golpeándose contra un pilar de hormigón. No volvió a recuperar la consciencia.
El adolescente pasó ocho días ingresado en estado crítico. "La rigurosa intervención médica y los esfuerzos del tratamiento en un hospital de la zona no tuvieron éxito", explicaba el departamento del sheriff a través de un comunicado. Diego, finalmente, falleció.
"Regalo de vida para otros"
Su familia ahora prepara los trámites para que sus órgano puedan ser donados a personas que lo necesiten, "para transformar esta tragedia en un regalo de vida para otros niños", detallaron las autoridades.
Mientras, los dos agresores responsables de la muerte de Diego fueron identificados y arrestados. "Los dos sospechosos –ambos menores– previamente arrestados por el ataque permanecen bajo custodia en un centro de menores de Riverside", añadió el comunicado.