Parecía que iban a ser unas estupendas vacaciones a bordo de un crucero de lujo, pero se convirtieron en un auténtico infierno para sus pasajeros. 14 días de turismo, paz y tranquilidad que se vieron truncados por malas condiciones meteorológicas. El Spirit, barco de la compañía Norwegian Cruise Line, partió desde Southampton, Inglaterra, el 27 de septiembre. Tenía previsto recorrer diferentes escalas en Francia, Amsterdam, Noruega e Islandia. Y aunque finalmente llevó a cabo su ruta, no cumplió el itinerario previsto.
Según cuentan varios medios británicos, el barco no pudo atracar en numerosos puertos como tenía previsto, tales como en Le Havre o Ámsterdam. Los responsables del crucero lo achacaron a los fuertes vientos que se produjeron.
No solo fue el salto de paradas lo que detonó la paciencia de sus huéspedes, sino que otros problemas asociados desquiciaron a los turistas. Al no poder parar, tampoco pudieron reabastecerse de alimentos, dando lugar a que la comida se pusiera rancia o que se quedasen sin agua potable en los servicios.
Los fiordos, desde lejos
El barco pudo llegar hasta Noruega, ya que el principal reclamo del crucero era visitar sus famosos fiordos. Sin embargo, atracaron en una remota aldea cerrada a los turistas, desde la que solamente los fiordos eran visibles desde la distancia.
Por todo ello, los pasajeros, que habían pagado unos 6.000 euros por su estancia, comenzaron a protestar con cánticos como "Sáquennos de este barco", "Vergüenza" o "Queremos nuestro reembolso". A pesar del malestar, al barco le fue imposible hacer algunas de las paradas posteriores planificadas, como la de Reykjavik, en Islandia.
"Hay muchas personas cabreadas en este barco y la falta de una explicación adecuada sobre lo que está sucediendo casi causó disturbios", explicó Deena Roland al Daily Mail. "Han sido una pesadilla de vacaciones, y ahora muchos de los baños en los camarotes están llenos de aguas residuales. Realmente no es mi idea de un crucero de lujo", añadió este pasajero.
La compañía de viajes de lujo, por su parte, lejos de compensar económicamente a sus clientes, únicamente se limitó a ofrecer un descuento del 25 % para un futuro crucero. "Desafortunadamente, el itinerario del Spirit se vio afectado por las condiciones climáticas", dijo un portavoz de Norwegian Cruise Line.
"Entendemos que es desalentador cuando no podemos llegar a los puertos que nuestros huéspedes han estado esperando visitar, pero nuestra primera prioridad es garantizar su seguridad y la seguridad de nuestra tripulación", explicó el responsable.