Ya llevaba varios días con la idea rondándole la cabeza. Un pensamiento constante, que brotó y fue imposible de apartar: cuando Ángeles Muñoz, médico de formación, alcaldesa de Marbella y senadora provincial, escuchó las primeras noticias sobre la crisis del coronavirus, algo hizo click en su cabeza. No ejercía desde hacía 25 años, allá por 1995, pero la vocación sanitaria seguía ahí, intacta. Y decidió actuar.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de diversas fuentes municipales, quiso llevar su plan en el más absoluto de los secretos. Por eso, cuando telefoneó al consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, para ofrecerse para ejercer como refuerzo en la plantilla sanitaria del Hospital Costa del Sol, el principal de la comarca occidental de la provincia de Málaga y de titularidad pública, trató de asegurarse de que todo fuera confidencial.
Y así fue, claro, hasta que este sábado se incorporó como voluntaria. “No había otra manera”, explican ahora desde su equipo, dado que el “encaje legal era complicado”. “Un follón jurídico: tenía que dejar su acta como senadora para reincorporarse”, detallan. Pero lo que Muñoz, que lleva rigiendo Marbella como primera edil desde 2007 -con un parón de dos años, entre 2015 y 2017, en los que gobernó el PSOE la ciudad malagueña-, ansiaba, y finalmente ha conseguido, era responder a ambas vocaciones: ser política entre semana y ayudar como médico en la lucha contra la covid-19 los sábados y domingos.
“Importa ayudar, no quién ayuda”
El porqué del mutismo con el que Ángeles Muñoz llevó el asunto es sencillo para los que la conocen. “No quería que esta información se conociese porque estamos en unos momentos difíciles y lo importante son las personas a quien se pueda ayudar y no quién ayuda. Lo único que quiere es poder aportar su granito de arena en unos momentos cada vez más complicados”, relata a este diario Diego López, concejal de Obras e Infraestructuras del consistorio.
Pero en un municipio como Marbella, ciudad con alma de pueblo entre sus casi 150.000 habitantes, era complicado que nadie la reconociera. La nueva no ha recorrido la localidad hasta este lunes, cuando Muñoz, que tiene 60 años y es licenciada en Medicina por la Universidad de Córdoba, ya llevaba dos días colgándose de nuevo la bata de médica. Todo un vaivén de emociones para la regidora, médica de Familia en excedencia desde que accediera a sus primeros cargos públicos.
Ángeles Muñoz no ha podido responder la llamada de este periódico: el frenetismo de su agenda, copada ahora más que nunca, no se lo ha permitido. Pero fuentes cercanas a la alcaldesa del Partido Popular manifiestan que arrancó con los trámites para su incorporación la pasada semana y que la llamaron el viernes. El sábado ya estaba en el hospital.
Desde la Delegación de Salud entendieron que era mejor que estuviera en el Comité de Coordinación que en las urgencias, o donde procediera. En esas anda desde el sábado. Y su propio equipo de gobierno se enteró cuando ya se había incorporado, afirman ellos mismos.
“Las jornadas maratonianas de trabajo que nos ha marcado para abordar las crisis en la gestión municipal, ahora ella se incluye un doble esfuerzo en el ámbito sanitario. Es increíble y nunca deja de sorprenderme esa capacidad. Ella se ha puesto ese doble turno de sanitaria y política”, desliza Enrique Rodríguez, edil responsable del área de Juventud.
Videollamadas y Whatsapp
Lo cierto es que el día a día está siendo “maratoniano” para los responsables en el Ayuntamiento. Lo describen ellos mismos así. Videollamada tras videollamada, el teletrabajo también se ha impuesto en el consistorio costasoleño. “Nos pide minuto a minuto de esta crisis a los concejales, el estado de situación de nuestras Delegaciones y sobre todo propuestas e iniciativas para resolver los problemas que le surgen a los vecinos”, dibuja Rodríguez.
Además de las labores preventivas y sanitarias, la directriz señala otros dos pilares: “el acompañamiento de los que peor lo están pasando como mayores y personas con menos recursos, y facilitar la labor a los centros y profesionales sanitarios que nos están salvando”.
“En este tipo de situaciones es cuando se ve a las personas, su humanidad y voluntad de servicio público algo que nosotros ya sabíamos de sobra; Ángeles es por encima de todo una mujer de una gran calidad humana”, sonríe el concejal López. La edil Isabel Cintado, responsable del área de Derechos Sociales e Igualdad, arguye que el Ayuntamiento quiere poner el foco, a través del mando de Muñoz, en la población de riesgo.
Son la gente mayor, especialmente quienes están solos, y las personas sin hogar. “[La alcaldesa] ha llamado a muchas personas mayores interesándose por su situación”, presume Cintado al otro lado del teléfono.
Pero desde la incorporación de la alcaldesa al Hospital Costa del Sol, en el plan de acción municipal se ha abierto un nuevo frente, según ha podido saber EL ESPAÑOL. “Ahora su batalla es medicalizar un hotel al lado del hospital para poner camas para pacientes y también para alojar al personal sanitario que tenga que trasladarse”, comentan desde su entorno. Por ejemplo, es a lo que ha dedicado el inicio de semana. Se trata de un recinto hotelero justo al otro lado de la autovía, frente a frente con el centro sanitario.
De momento, y mientras atiende el quehacer municipal, seguirá manteniendo reuniones y gestionando recursos. El sábado y el domingo, en cambio, llegará el momento: batas, mascarilla… y a seguir trabajando.