En plena emergencia sanitaria, la limpieza y desinfección en zonas de riesgo como hospitales o residencias de mayores es más importante que nunca. Muchos de los contagios intrahospitalarios se deben a la carga microbiana del ambiente y de las superficies, de manera que una desinfección efectiva para eliminar cualquier rastro del coronavirus ayuda a reducir el riesgo de transmisión del virus en los espacios críticos.
La limpieza y desinfección físico-química cuenta en esta ocasión con un aliado más: la tecnología. La luz ultravioleta de tipo C generada por gas xenón lleva varios años utilizándose como desinfectante por su efectividad a la hora de eliminar microorganismos. Frente a otros dispositivos de desinfección basados en mercurio, el sistema Xenex es el único 100% sostenible y por lo tanto una alternativa inofensiva para las personas y el medioambiente. Ya se empleó con éxito en otras emergencias sanitarias como el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio), en 2012, o el ébola, en 2014 y, ahora, la crisis del coronavirus ha puesto de nuevo a prueba esta tecnología.
Precisamente a raíz del brote de ébola, Clece, filial de ACS, una de las empresas encargadas de la limpieza hospitalaria en España, decide adquirir el sistema Xenex de luz ultravioleta para mejorar sus procedimientos de desinfección y “complementar el servicio tradicional de limpieza”, explica Diego Álvarez-Ossorio, responsable del proyecto Xenex en Clece. Los primeros equipos llegaron en marzo de 2015 y, en la actualidad, disponen de 19 robots, aunque ya se ha realizado la compra de 15 equipos más para hacer frente al coronavirus en más de una veintena de hospitales, así como varios centros socio-sanitarios, laboratorios y hoteles.
Las primeras pruebas
Comenzó en 2015 una estrecha colaboración entre la compañía y el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), perteneciente al CSIC, para realizar ensayos científicos que verificaran la eficacia del sistema Xenex en la eliminación de los microorganismos más presentes en los hospitales. “Realizaron un estudio con varios hongos, bacterias y virus, entre ellos el MERS, y confirmamos que con cinco minutos de exposición eliminábamos del 95% al 99,99% de ellos, según el tipo de microorganismos”, cuenta Álvarez-Ossorio.
Ahora, ante los retos del Covid-19, “lo que hemos hecho es cerrar nuevamente un acuerdo con el CNB para hacer un estudio de viabilidad”, es decir, para comprobar los tiempos y la precisión con la que se elimina este virus al ser expuesto a la luz ultravioleta. En estos ensayos realizados en laboratorio se reproducen las condiciones en las que se podría mantener el virus.
Hay evidencias que adelantan que "seguramente en un minuto podamos eliminarlo casi al 100%, como pasó con el ébola", pero hasta que las pruebas del laboratorio no sean definitivas, lo que se está aplicando ahora mismo en los hospitales "son cinco minutos, eso sí lo tenemos confirmado, alcanzamos casi el 100% de eliminación, porque en condiciones de campo siempre es menor", concluye.
¿Cómo se utiliza el equipo en los hospitales?
Aun con las garantías de desinfección de la luz ultravioleta, la limpieza hospitalaria continúa siendo la primera barrera contra la expansión del virus. “Para lo que sirve el sistema Xenex es para cubrir los agujeros que pueda tener la limpieza física-química tradicional”, explica el responsable de Clece. Especialmente en un caso como el del coronavirus, que es altamente contagioso, “se utilizan desinfectantes mucho más potentes, pero siempre está el factor humano. Puedes dejar un trozo sin pasar correctamente o no dejar actuar el desinfectante el tiempo suficiente”. Proporciona una desinfección complementaria que “sube el ratio de eficiencia en toda la estancia, porque en una limpieza química no limpias el techo, por ejemplo”.
Frente a otros sistemas, Xenex ha probado ser más rápido y, además, es inocuo para las personas y el medioambiente: “La única precaución que hay que tener es no estar en la habitación cuando la máquina está funcionando”. Antes de que esta tecnología arrancara en 2011, “lo que se usaba era la desinfección con luz ultravioleta C con lámparas de mercurio. El problema es que el mercurio es tóxico, no es sostenible y es mucho más ineficiente, porque tiene menos potencia y necesita más tiempo para actuar”, explica Álvarez-Ossorio.
También existen otras procedimientos de desinfección con agentes químicos como el peróxido. Son los que utiliza, por ejemplo, la UME, pero con ellos la estancia a desinfectar queda inutilizada varias horas y “sí que necesitas tener una cualificación profesional”, comenta el responsable de Clece, mientras que el robot Xenex puede ser utilizado por el personal de limpieza habitual del hospital con una breve formación, de aproximadamente una hora.
Clece dispone en la actualidad de 19 robots trabajando en 16 centros sanitarios de referencia como el Vall d’Hebron de Barcelona, el Hospital la Fe de Valencia, el Hospital Clínico de Granda o el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. A causa de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus, ha decidido adquirir 15 unidades más, que llegarán a España entre mayo y junio.