El cuidado de los mayores ha experimentado grandes cambios en las últimas décadas. La implantación de modelos más personalizados, la especialización de los profesionales del sector o la apuesta por espacios e instalaciones más funcionales y cálidas para acoger a los usuarios, son algunos de los aspectos que caracterizan a las residencias actuales.
Sin embargo, no todas las personas mayores precisan una permanencia a tiempo completo en una residencia. Existe una alternativa para estos casos: los centros de día, una opción menos conocida, que ofrece diferentes servicios y atención personalizada de acuerdo al grado de dependencia o el estado de salud, y que además permite un abanico de horarios de permanencia que varían según el caso.
Gemma Sagredo, directora del Centro de Día El Plantío de Ponferrada, gestionado de forma indirecta por la compañía Clece, apunta que este tipo de centros tienen varias ventajas frente a la estancia integral que ofrecen las residencias. La más evidente, según explica, es que a los usuarios no se les saca de su entorno social y familiar: "Vienen al centro y realizan ejercicios que fomentan su actividad física y psíquica y, al mismo tiempo, conceden tiempo a los hijos para que puedan ir a trabajar tranquilamente". "Al salir de aquí", continúa Sagredo, "vuelven a su casa, están con su familia y les cuentan lo que han hecho en el centro". Por este motivo, los centros de día suelen estar concebidos para personas que tienen un grado de dependencia menor, deterioros cognitivos leves o problemas funcionales.
Actividades y servicios a medida
Tras recoger a los usuarios en sus domicilios, el tiempo que pasan en el centro lo ocupan en actividades muy heterogéneas que se ajustan a las necesidades y capacidades de cada uno. Cuando una persona llega al Centro de Día El Plantío por primera vez, generalmente derivado por una trabajadora social, se toman en consideración todos sus antecedentes, los informes sobre su estado de salud y, en general, cualquier dato que pueda ayudar a su integración para trazar un protocolo a medida. El objetivo es "no excluir a nadie en ninguna actividad y que cada uno participe, hasta donde llegue y hasta donde pueda", explica la directora del centro.
Además, este centro de Ponferrada pone a disposición de las personas mayores diferentes servicios, como sesiones de fisioterapia, la atención de un médico o de un enfermero, o incluso apoyo profesional para la asistencia en el aseo personal. Otra de las prestaciones con las que cuenta este centro son las sesiones de terapia ocupacional, que están encaminadas a la estimulación cognitiva, y en las que se trabaja con énfasis las denominadas AVD (Actividades en la Vida Diaria) que contribuyen a fomentar la autonomía personal en su día a día. Es una manera de empoderarlos, motivarlos a hacer las cosas por sí mismos y, tal como explica Sagredo, "intentar que esa persona siga manteniendo sus capacidades el mayor tiempo posible".
Asimismo, la directora del centro señala que no se trata tanto de "recuperar" capacidades, sino de "evitar el deterioro". Para esta tarea es clave el papel de los profesionales como la propia Gemma —que además de dirigir 'El Plantío' también es terapeuta ocupacional— y de los auxiliares de enfermería como Almudena Martínez, para quien su amplia experiencia con personas mayores le ha servido para darse cuenta de que es contraproducente ayudarles en todo. "A medida que dejan de hacer cosas van perdiendo ciertas capacidades, y lo que pierdan ya no lo van a recuperar", asegura Almudena. "Uno de los objetivos del centro yo creo que es ese, intentar que hagan ellos todo lo que puedan, aunque requiera de ciertas ayudas nuestras en determinados momentos", añade.
Contacto permanente con las familias
En cuanto a la actividad diaria del centro, Martínez señala que todos los trabajadores ofrecen una atención muy personalizada en cada usuario y que tienen mucha relación con las familias: "A veces te dicen cosas muy gratificantes porque reconocen el esfuerzo que hacemos día a día. Yo llevo 18 años trabajando aquí y la verdad es que estoy encantada".
Además de los beneficios que tienen para las personas estas terapias, actividades y servicios que se desarrollan en los centros de día, hay otro aspecto no menos importante al que contribuye la misma inercia de las rutinas: la socialización. El contacto continuo con los demás, el compartir espacio y tiempo con el resto de usuarios con los que suelen tener en común la edad e incluso el origen (dado que muchos provienen de la misma Ponferrada o de algún pueblo de la comarca) es muy importante para fomentar un envejecimiento activo. "Al final vuelven otra vez a hablar, quedan para tomar un café… a nivel social les viene muy bien", asegura Gemma Sagredo.
Martínez también alude a la importancia del sentido del humor para generar un ambiente más distendido para estas personas que "han tenido una vida casi siempre bastante dura" y que, si bien afrontan con cierta incertidumbre su llegada a un centro de estas características, acaban muy contentos. "La verdad es que no sé qué les damos, pero están encantados", relata Sagredo.
Este entusiasmo que describe la directora de 'El Plantío' tiene mucho que ver también con otro de los objetivos que persigue este modelo asistencial: evitar que el mayor pase mucho tiempo solo, algo muy probable si permanece en casa y el resto de la familia está trabajando u ocupada. Es en este contexto en el que un centro de día se posiciona como una alternativa ideal. Lo nota el usuario y lo notan las familias, como explica la directora del Centro de Día El Plantío de Ponferrada, que afirma que muchos familiares le expresan cómo sus mayores pasan de estar muchas horas viendo la tele sin moverse del sofá a estar más animados, más activos… "Cuando encuentran una motivación para hacer cosas cambia todo y mejoran a nivel funcional y cognitivo", afirma.
La relación con las familias es clave en el modelo que proponen los centros de día. Ya apuntaba Almudena Martínez que existe mucho contacto con ellos, lo que redunda en rebajar unas primeras impresiones que, como reconoce Sagredo, suelen estar gobernadas por el desconocimiento sobre qué es y qué se hace dentro: "Antes de entrar tenemos siempre la entrevista con la trabajadora social y la familia en la que se les explica qué y cómo es el centro, qué van a hacer aquí, cómo vamos a funcionar… Todas las dudas que tienen se las resolvemos antes de entrar".
No obstante, y dado el carácter limitado de la permanencia, la directora de 'El Plantío' resalta la necesidad de trabajar en el domicilio lo que se practica en el centro, y viceversa: "Es importante que se siga en casa todo el trabajo que tú hagas aquí porque, si no, no valdría para nada; y al revés, si en casa llevan ciertas normas y aquí en el centro nos las saltamos, tampoco lograríamos nada". En ese sentido, concluye: "Es una simbiosis entre nosotros y las familias, hay una comunicación constante".