Las altas temperaturas durante el verano propician que se realicen más planes al aire libre. El verano es la época del año en la que aumentan los desplazamientos por carretera y, como cada año, miles de españoles buscan como destino vacacional las costas españolas o las zonas de montaña durante los meses de julio y agosto. 

Durante el trayecto, se debe prestar atención a lo que puede suponer una distracción al volante, como tomar un refresco o comer. También se producen excesos de velocidad, detectados por los radares de tráfico, y supone una de las principales causas de accidente de tráfico. Cuando se realizan los trayectos de larga duración, el conductor suele vestirse cómodo para sobrellevar el calor, aunque es importante que realice las pausas recomendadas cada dos horas y ventilar bien el vehículo.

El calzado del conductor cambia de forma constante, sobre todo durante las olas de calor. Además, es frecuente el uso de calzado diario como las zapatillas, las sandalias o las chanclas por su comodidad. Pero cuando llegan las vacaciones surge la pregunta: ¿es recomendable utilizar chanclas para conducir? EL ESPAÑOL te lo explica.

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¿Es legal conducir con chanclas?

Conducir con chanclas se ha convertido en un mito que deja preguntas a los conductores cada verano porque provoca una situación de confusión a la hora de elegir un calzado cómodo. ¿Está prohibido conducir con chanclas?

Si se analiza el Reglamento de conductores, no hay una ley específica que prohíba conducir con chanclas, pero existen dos artículos del Reglamento General de Circulación (RGC) que indican que si la acción impide el control del coche o, al conductor moverse con agilidad, podrá tener una multa.

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Para respaldar esta norma, el artículo 17 del Reglamento General de Circulación expone que los conductores deben poder "controlar" sus vehículos, de lo contrario pueden llevarse una multa por no cumplir esta ley. En concreto, si una persona utiliza chanclas para conducir, puede ser sancionada con hasta 200 euros de multa. 

Por otro lado, el artículo 18.1, que dice que "el conductor del vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente en la conducción; así como cuidar la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados".

El Reglamento no contempla la prohibición de conducir con este tipo de calzado, pero la DGT no lo recomienda, tal y como ha expresado en numerosas ocasiones. La ley expone que el conductor debe poder hacer movimientos libres para conducir con seguridad. 

En estos movimientos, como poder mover el pie con facilidad, es donde los agentes de tráfico pueden multar al conductor. En este caso, si aprecian que conduce con dificultad por llevar chanclas que se le caen o le aprietan, pueden percatarse de que no son cómodas. 

Hay diferentes tipos de calzado veraniego que pueden traer más problemas al volante o, incluso, puede aumentar la posibilidad de sufrir un accidente. Así, el conductor puede elegir entre llevar chanclas abiertas (sin sujeción), cerradas (abrochadas en la pierna), cuñas, plataformas o las chanclas de dedo que no sujetan el pie.

Para lograr evitar cualquier tipo de multa de tráfico, no es recomendable conducir con chanclas, zapatos veraniegos voluminosos o tacones para reaccionar con mayor rapidez ante un despiste o imprevisto en el coche.

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Sin embargo, el copiloto también tendrá que estar pendiente de que se cumplan estas acciones porque si apoya los pies en el salpicadero, con chanclas o sin ellas, puede recibir una multa de hasta 100 euros.

Así que si este verano decides utilizar chanclas, ten en cuenta estas recomendaciones y elige las que mejor se adapten al pie y no impidan la conducción de forma segura. Aunque las sanciones no conllevan la retirada de puntos en el carnet, se debe evitar el daño que se puede causar en un accidente de tráfico.