El helicóptero sobrevuela el pueblo marroquí de Lijoukak y donde antes se levantaban las humildes casas de los lugareños: ahora solo quedan toneladas de escombros que han sepultado las vidas de familias enteras. "El terremoto de Marruecos ha afectado a muchas zonas vulnerables, como Lijoukak, donde ahora hay pobreza sobre pobreza", reflexiona Sabah Yacoubi, presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en la Región de Murcia (ATIM) y vicepresidenta de este colectivo a nivel estatal.
Yacoubi explica que ATIM se ha movilizado en todas las comunidades autónomas donde cuenta con representantes, con el objetivo de "recabar ayuda humanitaria" para sus compatriotas en Marruecos: un país que sigue peleando para reponerse de una de las mayores tragedias de su historia. De momento, el Ministerio del Interior marroquí ha confirmado que la cifra de víctimas mortales del seísmo supera ya las 2.560.
"La gente duerme sobre la tierra y se tapa con el cielo", subraya la presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes de Murcia (ATIM), sobre el duro panorama que presentan los pueblos afectados por el terremoto. ATIM está difundiendo imágenes para sensibilizar a la sociedad española, como el vídeo aéreo del panorama catastrófico que presenta Lijoukak. "Es un auténtico desastre".
"Hay zonas enteras que han desaparecido porque las casas estaban hechas de barro y paja", tal y como lamenta Sabah Yacoubi, para recordar que Marruecos sigue necesitando "mucha ayuda" del exterior. "El Ejército y los bomberos tienen complicado llegar a algunos pueblos y aldeas porque no hay carreteras asfaltadas".
Tanto Yacoubi como el resto de miembros de ATIM no paran de trabajar para ayudar a sus compatriotas desde la noche del viernes 8 de septiembre, cuando un terremoto de magnitud 6,8 en la escala Richter, con epicentro en la cordillera del Atlas, sacudió mortalmente toda la provincia de Al Haouz, donde se encuentra la cuarta ciudad más grande del país: Marrakech.
"En la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes nunca hemos tenido que gestionar ayuda para una tragedia tan grande", admite esta activista que suma casi un cuarto de sigo residiendo en suelo murciano, peleando por los derechos laborales de sus compatriotas.
"Necesitamos productos no perecederos, como conservas, pasta y legumbres, mantas y ropa para bebés, niños, adolescentes y adultos porque pronto empezarán a bajar las temperaturas", ejemplifica Sabah Yacoubi, sobre las aportaciones que pueden realizar los ciudadanos en los puntos de recogida que ATIM ha habilitado en Murcia y en seis de sus pedanías: El Palmar, Patiño, Cabezo de Torres, Monteagudo, Los Dolores y Puente Tocinos. También están recogiendo ayuda en las localidades de San Pedro del Pinatar, Mazarrón, Molina de Segura y Abarán.
"Nuestras prioridades son las colchonetas, generadores de gasolina, focos solares y tiendas de campaña de alpinismo que sean resistentes al viento y a la lluvia porque mucha gente vive en la calle después de haber perdido su casa". Otros productos prioritarios que trata de recaudar ATIM son los de higiene básica y de limpieza, así como material ortopédico para los supervivientes al seísmo que sufren graves secuelas físicas. "Necesitamos sillas de ruedas, andadores, bastones, muletas…".
La asociación también ha habilitado un número de cuenta bancaria para aquellos que deseen hacer donativos económicos. "Toda la ayuda la estamos canalizando con las autoridades de Marruecos", tal y como aclara Sabah Yacoubi, una activista que se movilizó para recoger productos básicos cuando estalló la guerra en Ucrania por y que ahora espera que la sociedad española se movilice de la misma forma con el pueblo marroquí. "El terremoto ha dejado una pobreza total".