Los ciudadanos británicos escogen España como uno de sus destinos favoritos para viajar. Miles de turistas procedentes de Reino Unido se quedan prendados cada año de las playas, paisajes, cultura y gastronomía española. Por este motivo, distintos diarios recomiendan con frecuencia diferentes puntos de nuestro país a sus lectores. Este es el caso de The Telegraph, que ha destacado una localidad española como ideal para visitar.

Existen ciudades tradicionalmente más atractivas para los turistas británicos. Es el caso de Barcelona, Madrid, Benidorm (Alicante), Magaluf (Mallorca) o Torremolinos (Málaga). Sin embargo, algunas regiones, menos visitadas, se están convirtiendo en atracciones turísticas para los extranjeros por sus bellos paisajes.

Este es el caso del País Vasco. La región, situada al norte de España, tiene cada vez más proyección internacional entre los turistas británicos por sus innumerables encantos: bellos paisajes naturales, ciudades que conjugan modernidad con tradición y una deliciosa gastronomía. Ciudades como San Sebastián o Bilbao destacan entre los destinos vascos escogidos por los británicos, aunque también existen pequeñas localidades que llaman su atención.

El pueblo más bonito del País Vasco

Así lo demuestra la localidad escogida por The Telegraph como la más bonita del País Vasco. Se trata de un pueblo pesquero situado en la provincia de Vizcaya: Lekeitio. Este pequeño municipio, de alrededor de 7.000 habitantes, se encuentra a una hora de trayecto en coche a Bilbao y poco más de una hora de San Sebastián.

Lekeitio está situado junto a la desembocadura del río Lea y destaca por su ambiente de pueblo pesquero tradicional y su espectacular arquitectura a orillas del Cantábrico. Su puerto pesquero está rodeado de coloridas casas, que permiten disfrutar de las vistas, mientras se disfruta de la gastronomía local en las terrazas de los distintos establecimientos hosteleros de la zona.

Isla de Garraitz. Ayuntamiento de Lekeitio

Uno de los principales atractivos de este pueblo pesquero son sus playas. La más conocida es la de Isuntza, única por un motivo. Los días en los que la marea baja, esta playa permite cruzar a la isla de Garraitz o San Nicolás por un camino de cemento y piedra. Un impresionante paseo que culmina con unas maravillosas vistas de su mirador. Esta mágica isla se ha convertido en todo un referente de la costa vasca, al conservar en sus laderas un rico patrimonio cultural y natural.

Además de su costa, este pueblo vasco destaca por su impresionante arquitectura. En Lekeitio se erigen imponentes edificios como la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, construida en el siglo XV y uno de los ejemplos más bellos del gótico tardío del País Vasco. Del interior destacan las capillas, el decorado triforio que lo recorre y el excelente retablo gótico-flamenco realizado por el artista Juan García de Crisal y considerado el tercero más grande del país, dentro de este estilo, después de Sevilla y Toledo.

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The Telegraph también destaca otros edificios de Lekeitio. Por un lado, el palacio de Uribarren, residencia habitual de los condes de Lekeitio y reconvertido ahora en un hotel, en el que te puedes alojar por alrededor de 160 euros la noche.

Por otro lado, las mansiones de Oxangoiti, Abaroa y Uriarte. Este último palacio, de estilo barroco, fue construido en 1677 por el arquitecto Lucas Longa. Para llegar a él, hay que atravesar una amplia escalera. El edificio fue residencia del aristócrata Pedro Bernardo Villarreal de Berriz.

Basílica de la Asunción de Nuestra Señora. Ayuntamiento de Lekeitio

En la arquitectura del municipio, también destaca la ermita de San Juan de Talako, donde se pueden disfrutar de unas increíbles vistas de la localidad, y el Ayuntamiento de la localidad. El primero fue construido en 1525 y estaba adosado a la muralla. Un incendio en 1599 lo destruyó y en 1721 se construyó el actual, en el mismo lugar que el antiguo.

Cabe destacar que la localidad de Lekeitio fue rodeada en el siglo XIV por una muralla, por orden del rey Alfonso XI. A día de hoy, se pueden visitar algunos de los restos de esta fortificación. Por ejemplo, en la calle Azpiri, junto al palacio de Uribarri.