El sencillo truco para limpiar tu coche durante las 'lluvias de sangre' que amenazan a España

La lluvia de barro, también denominada lluvia de sangre, amenaza con teñir varias regiones de España. El paso de un frente por la península dejará este jueves chubascos, algún granizo y tormentas, acompañadas de polvo en suspensión, lo que dará lugar a este fenómeno en algunas zonas del país.

En las próximas horas, la calima llegará a la península. El viento arrastrará una "lengua" de polvo en suspensión desde las Islas Canarias que propiciará que este fenómeno meteorológico entre por el oeste peninsular y cruce hasta el este.

De esta forma, numerosas provincias del sur, oeste y centro peninsular se verán afectadas por la lluvia de barro. En especial, Cáceres, Salamanca, Badajoz, Sevilla, Córdoba e, incluso, en capitales del centro y este del país, como Ávila, Palencia, Burgos, Soria, Madrid, Ciudad Real y Toledo.

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Este fenómeno bañará de calima muchas regiones de España no habituadas a ello. Su efecto será visible, ya que se podrá apreciar una capa de polvo de color arenoso o anaranjado en aceras, bancos, tejados o vehículos. La lluvia impregnará de barro gran parte del país, lo que puede provocar la angustia de muchos.

Sin embargo, esta situación dominada por el polvo africano durará poco, ya que tras el paso del frente, el aire comenzará a estar limpio. De esta forma, el viernes ya habrá remitido.

Trucos para limpiar el coche de la lluvia de barro

Una de las consecuencias más aparatosas de la lluvia de barro es la capa de polvo humedecido que acumulan los coches. Son muchos los conductores que, cada día, deben coger su vehículo para ir a trabajar o realizar diferentes tareas del día a día y que no podrán usarlo sin antes limpiarlo. 

De cara a limpiar el coche, cabe tener en cuenta que no se trata de calima o polvo simplemente, sino de una variedad de lluvia que salpica de barro la superficie y se adhiere especialmente a la carrocería, de forma que resulta más complicado limpiarlo. Por ello, es importante seguir una serie de recomendaciones.

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Al tratarse de un material abrasivo, no se debe frotar el coche o los cristales con un plumero o un trapo. En cambio, habrá que eliminar el polvo con agua a no mucha presión, primero, para quitar la suciedad más adherida, y, después, con agua caliente a presión. También se pueden utilizar otros elementos que lubriquen, como cera en espray, o jabón, por ejemplo.

Una vez eliminado la mayor parte del polvo, se puede limpiar el vehículo con una esponja, gamuza de microfibra o un cepillo suave redondo para llegar a las zonas más complicadas. Hay que tener en cuenta que será necesario enjuagar el producto con el que limpiemos el coche con mucha frecuencia para eliminar la arenilla abrasiva. En caso contrario, la pintura del coche puede rallarse.

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Por otro lado, es recomendable seguir un orden de limpieza: de arriba a abajo o al contrario. De esta forma, evitaremos tener que repasar zonas que hayan sido previamente limpiadas. Lo último deben ser los cristales, ya que hay que garantizar que no queden restos de suciedad que impidan o dificulten la visión a la hora de conducir. Para finalizar, se debe proteger la carrocería con cera aplicada en espray o con un repelente de agua, secando luego con una toalla húmeda. 

En caso de escoger la opción de llevar el vehículo a un túnel de lavado automático, también es aconsejable retirar antes con una manguera los restos de polvo, ya que la arena frotada por los rodillos puede provocar rayones en el coche. En cualquier caso, será importante esperar a que la lluvia de barro pase para limpiar el coche y no trabajar en balde.