Este es el pueblo que tiene dos barrios escondidos en un valle único: ideal para una escapada en mayo

España es un país que acumula destinos turísticos por doquier. Y no solo por sus playas o por sus zonas de ocio nocturno. También por los pequeños pueblos que conforman parte de nuestra geografía. Casi en cada rincón de todas las provincias de España hay algún pequeño municipio que tiene un encanto oculto. Eso es lo que sucede con Valle de Tabladillo, un gran desconocido. 

Este pueblo se sitúa en la provincia de Segovia, en un territorio que destaca por tener una gran variedad de oportunidades para los amantes de la naturaleza. Desde los Montes de Valsaín hasta las Hoces del Duratón. Allí se sitúa este diminuto y encantador municipio que se ha convertido en un gran reclamo del turismo rural de la zona. 

Acabamos de pasar la Semana Santa e incluso el puente de mayo. Sin embargo, las oportunidades para viajar no se terminan y por eso presentamos la opción de Valle de Tabladillo, un pueblo perfecto para una escapada de fin de semana ahora que se acerca otra festividad como San Isidro.

Así es Valle de Tabladillo

La provincia de Segovia es una de las grandes desconocidas de España. Supone una oportunidad única para descubrir un territorio único lleno de encantos, especialmente en el ámbito del entorno rural y natural. Con el avance de la primavera, aflora el calor, los rayos de sol y los pueblos y su campo van ganando una tonalidad especial. Eso es lo que le sucede a Valle de Tabladillo. 

Sin embargo, la gran particularidad de este pueblo es que tiene dos barrios que discurren en el interior de un espectacular valle. Una cuestión que lo convierte en único al contener lugares paradisíacos que invitan a desconectar y a alejarse del estrés y la rutina del día a día y del ajetreo laboral.

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Por esto, el mes de mayo se presenta como la mejor oportunidad para visitarlo. Este pueblo, fundado por burgaleses de la zona del alfoz de Lara permite realizar numerosas rutas de senderismo y conocer un pedazo de la historia de Castilla y León y de España. 

Con una superficie de unos 16,5 kilómetros cuadrados, apenas llega a los 100 habitantes, por lo que se trata de un verdadero oasis de paz. Se encuentra situado en el norte del Parque natural de las Hoces del Duratón, un territorio conocido por su rica historia minera en la explotación de los yacimientos de yeso. 

También se trata de un pueblo que destaca por su carácter agricultor y en cuyas afueras abundan los campos de almendros y ciruelos, así como sus huertos. Además, este peculiar pueblo forma parte del Ochavo de las Pedrizas y Valdenavares dentro de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. Además de contemplar sus raíces mineras, aquí también podemos respirar abriendo una ventana al pasado. 

¿Qué ver en Valle de Tabladillo?

Valle de Tabladillo es conocido por albergar el histórico despoblado de Pajares, el cual forma las ruinas de lo que en su día fue una iglesia y que ahora se conoce como la ermita de San Juan. Otro de sus puntos más importantes es la salida hacia Carrascal del Río, donde hay está el monolito natural de San Juan.

El paisaje de esta zona se caracteriza por la presencia de formaciones rocosas muy particulares como El Pingocho, de unos 40 metros de altura, El Fraile, de unos 15, y Las Monjas, que son grandes pilares de piedra caliza esculpidos por la erosión. También podemos disfrutar del barranco de La Pecilga y El Buquerón, que juntos forman un impresionante cañón rocoso. 

Vista aérea de Valle de Tabladillo, en Segovia Turismo Segovia

Parada obligatoria es también la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, la cual está construida con fragmentos de la cornisa románica que provienen de la ermita de San Juan. En su interior se encuentra una valiosa custodia de plata. 

Alrededor de este singular pueblo podemos disfrutar de la Ruta de San Juan, la Ruta de la Tejera y de la Senda del Fraile. Todas están diseñadas para facilitar el acceso a emblemáticos puntos de interés en la región y para enriquecer la experiencia turística. Todos sus senderos atraviesan diversos hábitats y ofrecen la oportunidad de observar de cerca la flora y fauna locales, siendo el buitre leonado su mayor atractivo.