Un edificio de nueva construcción en los habituales tonos blancos

Un edificio de nueva construcción en los habituales tonos blancos EFE

Sociedad

¿Por qué todos los edificios de nueva construcción de las ciudades son blancos y negros? Este es el motivo

Los bloques de viviendas y los chalets que hacen crecer a los municipios buscan seguir una línea modernista y minimalista y la eficiencia energética.

8 mayo, 2024 16:58

¿Alguna vez se han fijado en cómo crecen las nuevas ciudades? Aunque parezca cosa del pasado, lo hacen en blanco y negro. No es porque la vida haya perdido los tonos que ganó a partir del siglo XIX, cuando en la década de los 60 Thomas Sutton creó la primera fotografía a color. Es porque la nueva construcción se ha asentado en una gama bicromática bastante curiosa. 

Ahora, casi todos los edificios a través de los cuales crecen nuestros municipios son blancos o negros. O como mucho, una combinación de ambos con la introducción de algún toque de madera que, en la mayoría de ocasiones, es una simple imitación. Pero así es cómo se está desarrollando la arquitectura moderna en cuanto a vivienda se refiere. 

Quizás nunca te lo habías preguntado, pero a partir de ahora mirarás más a esas afueras que han renovado completamente su tonalidad y que se han alejado del rojizo de los ladrillos tan habitual en España durante décadas. Y es que el paso del tiempo también se deja ver en la arquitectura urbana y no solo en los grandes monumentos. 

¿Por qué son blancos y negros los edificios?

Cuando hacemos un recorrido por los pueblos y ciudades, vamos viendo cómo evoluciona la antigüedad de la zona. Desde el centro más histórico, donde suelen convivir edificios monumentales con los motores económicos de las urbes, hasta la nueva construcción, la cual marca ahora una nueva tendencia. 

España está mutando y ha cambiado el ladrillo rojo que daba cabida a residentes de clase media y trabajadores humildes por el blanco y el negro que forman la nueva línea modernista. La periferia crece entre calles vacías y barrios en silencio, esos en los que habitan las personas que menos tiempo tienen por cuestiones familiares y laborales. 

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Ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Valencia se han pasado a una misma tendencia. Antes era que los edificios, casas y urbanizaciones tuvieran piscina o pista de pádel. Sin embargo, ahora es que sean blancos o negros. O una combinación de ambos. Una cuestión que ni siquiera va en función del lujo. 

Sobre la respuesta de por qué esta tendencia ha triunfado, hay varias teorías que se sostienen con fuerza y que incluso conviven. Una de ellas es la proliferación de materiales más baratos, los cuales se suelen producir siempre en estos colores. Sin embargo, los motivos son bastante amplios. 

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Desde el diseño arquitectónico hasta el entorno del edificio pasando por las preferencias de los propietarios o incluso de las tendencias de esa temporada. Aunque una línea común del nuevo tiempo es siempre perseguir el diseño minimalista basado en colores neutros y contrastes que dan una apariencia elegante y sofisticada

Pero también hay teorías que tienen que ver con la funcionalidad, con su mantenimiento y con la eficiencia energética. Una cuestión tan de moda hoy en día por su carácter necesario. El blanco destaca visualmente, refleja la luz del sol y contribuye a reducir la carga térmica en el interior de las viviendas, disminuyendo la necesidad de refrigerarlas. Por otra parte, a esto se le añade que los colores oscuros, y especialmente el negro, muestran menos los restos de suciedad.