Celebran la llegada a la cima, de izquierda a derecha: Álvaro, José Antonio, Leticia, Pepe y Pilar.

Celebran la llegada a la cima, de izquierda a derecha: Álvaro, José Antonio, Leticia, Pepe y Pilar. E. E.

Sociedad ÉXITO EN LAS ALTURAS

Los cinco expedicionarios 'séniors' hacen cumbre en el Vallunaraju: logro histórico del Desafío Santalucía en Perú

Tras diez días de aclimatación y diferentes pruebas en los Andes, el grupo, unido, consiguió completar su objetivo principal durante la pasada madrugada.

26 septiembre, 2024 11:00
Huaraz (Perú)

Después de más de diez días de arduo esfuerzo, pruebas de aclimatación, rutas desafiantes y la constante lucha contra la altitud, los cinco expedicionarios mayores de 65 años del Desafío Santalucía Séniors han logrado finalmente lo que se propusieron desde el inicio: hacer cumbre en el pico del Vallunaraju, a 5.686 metros de altura. Leticia Herrería, Pepe García, Pilar Utrilla, José Antonio Fernández y Álvaro Vallés, guiados por el experimentado director de la expedición, Carlos Martínez, coronaron la cima de uno de los picos más altos de la Cordillera Blanca.

La jornada, de la que EL ESPAÑOL fue testigo, comenzó mucho antes de que el sol despuntara. A las tres de la madrugada, el campamento ya estaba en movimiento. El frío, penetrante, con temperaturas bajo cero, hacía que cada paso fuera un desafío aún mayor. Equipados con crampones, cuerdas y cascos, los cinco expedicionarios se prepararon para enfrentar el ascenso final. Y ni el cansancio acumulado de los días anteriores no pudo frenar a un grupo decidido a completar el desafío meses atrás.

El terreno que los separaba de la cumbre no era sencillo. La nieve cubría gran parte de la montaña, haciendo que los pasos fueran lentos y meticulosos. La altura, que ya superaba los 5.000 metros, comenzaba a hacer mella en los cuerpos de los expedicionarios. Y la falta de oxígeno y las respiraciones aceleradas comenzaban a hacerse evidentes. Sin embargo, la determinación de los cinco séniors no flaqueó en ningún instante. Cada uno de los estaba motivado no sólo por el objetivo de alcanzar la cumbre, sino también por lo que ese logro significaba: un símbolo de fortaleza, de longevidad positiva y de que la edad no es un obstáculo para seguir persiguiendo sueños.

Vista nocturna del Campamento Morrena instantes antes de que los cinco expedicionarios partieran rumbo al Vallunaraju.

Vista nocturna del Campamento Morrena instantes antes de que los cinco expedicionarios partieran rumbo al Vallunaraju. E. E.

 

Ascenso a la cumbre

Tras horas de ascenso, cuando el reloj marcaba las 08:50 de la mañana, los cinco expedicionarios finalmente alcanzaron la cumbre del Vallunaraju. Desde allí, la vista era sobrecogedora: los picos nevados de la Cordillera Blanca se desplegaban en todas direcciones, bañados por la luz del sol. El viento frío golpeaba sus rostros, pero la emoción y la satisfacción de haber logrado algo tan monumental los mantenía cálidos por dentro. Leticia, Pepe, Pilar, José Antonio y Álvaro se abrazaron al llegar al punto más alto, algunos con lágrimas en los ojos, conscientes de que acababan de lograr algo que muy pocos a su edad han conseguido.

El director de la expedición, Carlos Martínez, que ha realizado numerosas aventuras en los Andes y otras tantas por el resto del mundo, elogió la resiliencia del grupo. "Ha sido muy duro para los cinco. Se lo esperaban mucho menos complicado. Pero han luchado como titanes", expresó, horas después de lograr el objetivo.

Leticia Herrería, la gimnasta que a sus 65 años sigue desafiando los límites físicos, alcanzó la cima completamente agotada, en lo que ha sido uno de los mayores retos deportivos de su vida. Pepe García, de 67 años, acostumbrado al ser el más emotivo a la hora de hablar, yacía completamente cansado durante la bajada al campamento, tras haber sufrido alguna que otra caída.

Por su parte, José Antonio Fernández, el piloto retirado de 70 años, volvió a recordar los días en los que volaba por encima de las montañas, aunque sufrió una "fuerte tos" que le impidió estar al 100%. Álvaro Vallés y Pilar Utrilla llegaban impresionados con el paisaje e igualmente pensado que la etapa no iba a ser tan dura como finalmente fue.El regreso.

Imagen del momento de ascensión hasta el nevado, a  5.686 metros sobre el nivel del mar.

Imagen del momento de ascensión hasta el nevado, a 5.686 metros sobre el nivel del mar. E. E.

Después de disfrutar el pequeño y corto momento de reflexión en la cumbre, tocó comenzar el descenso. Aunque el regreso al campamento fue igualmente desafiante, la satisfacción de haber hecho cumbre los impulsaba de regreso. Cada paso de vuelta era un recordatorio del logro que acababan de alcanzar, y del legado que estaban dejando para las generaciones futuras. Al llegar al campamento, exhaustos pero felices, el grupo fue recibido con aplausos por el resto del equipo de la expedición.

El Desafío Santalucía Séniors ha sido, desde el principio, mucho más que una expedición de aventura. Esta cumbre no sólo representa la conquista de una montaña, sino la superación de las barreras que la sociedad impone sobre el envejecimiento. Los cinco expedicionarios han demostrado, desde su llegada a Perú, que la longevidad positiva es real, que se puede seguir viviendo con pasión, propósito y determinación sin importar la edad.

Los cinco expedicionarios posan en la cumbre con el director de la expedición, Carlos Martínez.

Los cinco expedicionarios posan en la cumbre con el director de la expedición, Carlos Martínez. E. E.

Leticia, Pepe, Pilar, José Antonio y Álvaro —los cinco elegidos tras 142 solicitudes— han roto estereotipos e inspirarán a otros a ver la vejez no como una etapa de declive, sino como una oportunidad para nuevas conquistas. La hazaña, que han logrado recordando a los 18 finalistas, enmarcados en la bandera que desplegaron, quedará grabada no tan sólo en las montañas de la Cordillera Blanca, sino también en los corazones de aquellos que han seguido esta increíble travesía.