El Instituto Nacional de Estadística (INE) es el encargado de realizar y publicar las estadísticas, que son estudios oficiales sobre la situación y evolución de la población, la economía y la sociedad de España. En este caso, nos permiten saber cuáles son nombres y apellidos más frecuentes en España así como en sus diversas comunidades autónomas.
En el caso del Principado de Asturias, ¿cuál es el apellido más frecuente entre sus gentes y por qué? Y además, ¿cuál es su significado? Gracias al Instituto Nacional de Estadística conocemos los datos de los apellidos más comunes en Asturias.
El apellido más común en Asturias
El apellido más común de la provincia de Asturias es 'Fernández': 73.857 habitantes lo llevan en el primer lugar, 76.814 en el segundo y 8.486 en ambos, según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística.
En segundo puesto se encuentra 'García', con 60.879 que lo llevan en el primer lugar. Y que es el apellido más frecuente si tenemos en cuenta todo el territorio español, con 1.462.923 personas que lo llevan en toda España.
Y en tercer lugar se encuentra 'González' con un total de 60.879 asturianos que llevan este apellido en primer lugar. Y con respecto a otros apellidos que son bastante comunes en Asturias, están los siguientes: 'Álvarez', 'Rodríguez', 'Martínez', 'Suárez', 'López', 'Pérez' y 'Díaz'.
Los apellidos en Asturias de origen celta
Cabe destacar que muchos de los apellidos que podemos encontrar en Asturias es probable que su origen se vincule con los celtas. En el caso de 'Fernández', no está claro si tiene un origen celta, sin embargo, hay que tener en cuenta que el sufijo "-ez" es característico de muchos apellidos asturianos y podría estar relacionado con la influencia celta en la región.
[¿Tienes alguno de estos apellidos en Asturias? Puede que desciendas de los celtas]
Otros apellidos frecuentes en Asturias y de origen celta son son los siguientes:
- Álvarez: Este apellido es muy común también en Asturias y puede tener orígenes celtas, ya que "Álvarez" se cree que deriva del antiguo nombre celta "Alvarius" o "Alvarez", que significa "todo sabio" o "todos sabios".
- Menéndez: Se ha sugerido que el apellido Menéndez podría tener una raíz celta relacionada con el nombre "Munandius", que significa "señor de los manos".
- Díaz: Aunque es un apellido común en toda España, incluida Asturias, también se ha sugerido que podría tener un origen celta relacionado con la palabra "dios", que en celta significaba "dios" o "divino".
- Fernández: Aunque no está claro si tiene un origen celta, el sufijo "-ez" es característico de muchos apellidos asturianos y podría estar relacionado con la influencia celta en la región.
- Suárez: Se ha sugerido que "Suárez" podría derivar de "Soeiro" o "Soeirus", un nombre celta que significa "bueno" o "noble".
- Arias: Podría tener un origen celta relacionado con el dios celta "Ares".
- Cortina: Si bien es difícil establecer con certeza su origen celta, "Cortina" podría relacionarse con el término celta "curtis", que significa "corto" o "pequeño".
El origen de los apellidos
En primer lugar, la RAE define la palabra "apellido" como "nombre de familia con que se distinguen las personas", "sobrenombre o mote". Por lo tanto, los apellidos nacen de la necesidad de identificar a una persona no sólo por su "nombre", sino por su "pertenencia", es decir, su vínculo a una familia y a un lugar.
Al principio lo que se hacía era añadir algo más que simplemente ayudara a distinguir a una persona de otra. Cualquier atributo podía ser válido, por ejemplo: el trabajo, el lugar de origen o un rasgo físico. De la misma forma también se usaba el nombre del padre, y de ahí empezaron a surgir los apellidos en 'ez'.
En consecuencia, al principio en la Edad Media se utilizan construcciones gramaticales del tipo: "José, el Pescadero"; "José, el Leonés"; "José, el Delgado" o "José, el hijo de Rodrigo", que terminaría siendo, "José Rodríguez".
[Si tienes estos apellidos, tus ancestros proceden del Imperio Romano]
Este sistema surge de los romanos, que tenían 3 nombres. Concretamente, en la República, del 509 al 27 a. e. c., se utilizaba un método conformado por tres denominaciones, llamado la "Tría Nómina":
Un praenomen (el equivalente a nuestro nombre o nombre de pila), un nomen (nombre gentilicio que indica la pertenencia a la gens. Sería el equivalente a nuestro apellido) y un cognonem (vinculado a alguna característica física o psíquica de quien lo lleva o de alguno de sus antepasados, se convirtió en hereditario por vía paterna).
En este sentido, poniendo un ejemplo: El emperador "Gaius Julios Caesar" se llamaba "Gaius" y pertenecía al grupo de los "Caesar", de la familia de los "Julius".