El cochinillo se pone por las nubes: el plato estrella de Navidad se dispara por la peste porcina

Con la llegada de la Navidad, algunos productos del supermercado se convierten en auténticas joyas. Prohibitivos por su precio en la mayoría de casos, muchos compradores sucumben ante la oportunidad de darle a sus comensales la mayor calidad. ¿Qué sería una cena de Navidad sin unos langostinos? ¿Y sin cochinillo o un poco de jamón de cinco jotas? Totalmente impensable en las mesas -y en la mente- de muchos españoles. 

Con todo, el cochinillo se ha convertido en el plato estrella. Su piel crujiente, la carne jugosa, acompañado de unas buenas patatas al horno o una ensalada -para aquellos que quieren cuidar más su dieta- hacen las delicias de la mayoría de los comensales. Todo esto es conocido por los vendedores, que aprovechan la llegada de las fiestas para ofertar el producto a un precio más alto -condicionado por la demanda, claro-. Más concretamente, la subida -desde el mes de enero- ha sido de 11,90 euros -un 31.23 %-. "Además, este año su precio es más elevado que en los anteriores, unos siete euros -un 14,94% más que en diciembre de 2018-", apunta a EL ESPAÑOL José Ramón Marinero, gerente de la marca de garantía de Cochinillo de Segovia. "Esto se debe a la crisis porcina que se produjo en China, por lo que muchos asiáticos compran aquí y hay más demanda", apunta. 

Para ahorrarse esta importante subida de precio, lo mejor es planificar los menús con suficiente tiempo y hacerse una idea de lo que nos vamos a encontrar cuando lleguemos al super. Porque lo ideal sería que nuestro bolsillo sufriera lo menos posible y que proporcionemos un menú a la altura de las circunstancias. Porque nadie se libra de las críticas en el punto de la carne, en la cantidad de las comidas o en el nivel de calidad de los productos utilizados. Pero de gastarse más dinero del estrictamente necesario, a lo mejor sí. 

El cochinillo, la estrella de la noche

195 euros se gasta de media un español en Navidad. A la cabeza de Europa. Por detrás, Reino Unido, que nos supera en un 22% -según un estudio de Statista-. Pero, ¿en qué se invierte más dinero durante estas fiestas? A lo que más presupuesto se destina es a regalos, con 252 euros. Pero hay algo en lo que se gasta más que cualquier otro país del continente: en comida. Lo cierto es que, por tradición, reunirse junto a todos los familiares -a esos a los que a lo mejor que solo vemos una vez al año- alrededor de la mesa de Navidad es casi una obligación. Por ello, alguien siempre se tiene que encargar de preparar los platos más suculentos, que puedan agradar a todo tipo de paladares, a vegetarianos, veganos y todos esos estilos de vida que existen hoy en día. 

Entre los platos que más triunfan, se encuentra el cochinillo. Muchas son las maneras de cocinarlo y todo dependerá del gusto de cada uno y de las capacidades y el tiempo que se tenga. "En Navidad lo normal es que se haga asado y durante el resto del año se ofrece con distintas presentaciones", explica José Ramón a este diario. Además, el animal se ha convertido en un producto de moda entre los restaurantes más exclusivos. "Los ofrecen con distintas presentaciones y despiece; el carrete, el roti... También, los cocineros de vanguardia utilizan la materia prima para hacer cochinillo confitado", añade el gerente. 

Respecto a su popularidad, cabe señalar que desde que se produjo la peste porcina en China, muchos asiáticos se decantan por comprar el cochinillo en nuestro país. "Un parte importante va a China y lo sobrante se reparte entre lo que queda aquí", apostilla José Ramón. El precio del cochinillo este año es más alto si lo comparamos con los pasados. "Desde abril y mayo ha ido subiendo, aunque ya tenía una tendencia a la alza", aclara el gerente. La primera semana de enero, el producto tenía un precio de 43 euros en lonja -38,10 euros de media en el mes-, a mediados del año -en junio- su precio fue de 38,50 euros y la semana del 16 de diciembre -hasta donde hay datos- de 50 euros. 

Ahora mismo, el precio del cochinillo ha subido casi siete euros si lo comparamos con la semana del 17 de diciembre de 2018. Durante ese año, el cochinillo subió hasta los 44 euros en los días próximos a Navidad. Algo que también ha sucedido durante este año. En el mes de febrero se registró el precio más bajo -35 euros-, mientras que en noviembre y diciembre los más altos -41 y 44 euros-. 

En internet, lo podemos encontrar desde los 70 euros hasta los 150. Todos ellos, de una denominación de origen tan importante -y cercana- como Segovia. Una de sus ventajas principales que proporciona es que se puede preparar de forma rápida y no necesita mucho grado de implicación, más allá de la espera en el horno. Por tanto, se puede adquirir antes de que lleguen las Navidades y, así, ahorrarse la subida de precios. 

¿Qué productos son más caros?

Aunque previsores, no se suele acudir al supermercado hasta pocos días antes de Navidad. Muchas personas optan por adelantarse, antes de que suban los precios, para comprar todos los ingredientes. Lo cocinan y lo congelan. Se ahorran tiempo y dinero. Pero siempre quedarán aquellos que acuden al establecimiento el 24 por la mañana. Típico. Aunque más normal es el shock que produce ver productos el doble de caros que hace un mes. Los altos precios en la mayoría de los alimentos estrella hacen que nos gastemos una media de 195 euros. Por cada español. 

Ante tal subida de precios, no podemos dejar de preguntarnos: ¿por qué?. ¿Es una estrategia de los supermercados para engordar aun más el ticket de la compra? ¿Somos los más perjudicados? ¿Realmente suben los precios? ¿Cuánto puede ahorrar una familia si realiza la compra con cierta antelación? ¿Cuánto hay que anticiparse? ¿Los precios suben de manera escalonada? Pues bien, la OCU ha sabido dar respuesta a estas incógnitas. 

Para ello, la Organización de Consumidores y Usuarios ha seleccionado 15 productos típicos de las fechas navideñas, así como otros que, siendo menos propios en estas fechas, también podrían ser unos buenos sustitutos. Los productos elegidos han sido: cordero lechal para asar por cuartos, redondo de ternera, pularda, pavo, jamón ibérico de cebo al corte (50%), lombarda, piña, besugo, lubina de acuicultura, merluza al corte, angulas, langostinos cocidos no congelados (calibre 40/60), percebes gallegos, almejas babosas y ostras (docena). Además, han buscado los precios en supermercados, hipermercados, grandes almacenes y mercados municipales de Madrid, Barcelona, Bilbao y Sevilla. 

La primera toma se realizó en el mes de noviembre, justo un mes antes de que todos los españoles se reúnan alrededor de la mesa para celebrar la Navidad. La segunda, dos semanas antes del gran día. 

En su conjunto, el nivel de precios en esta primera toma es menor respecto a 2018, pero con importantes diferencias si nos fijamos en unos productos o en otros. Las carnes son las que mejores precios nos ofrecen, destacando el redondo de ternera, un 6% más barato que el año pasado por las mismas fechas. En el lado contrario, la Pularda, que parte de un precio un 7% más elevado. Por su parte, la lombarda y la piña mantienen sus precios. Los pescados son los que más suben. Las joyas de las coronas. Se destaca el besugo -con una subida del 53%-, la merluza -14%- y la lubina -13%-. Sorprendentemente, el marisco -en esta primera toma- tiene un precio inferior al del año pasado. El precio de langostinos, percebes, almejas y ostras es al menos un 11% inferior al que presentaban en 2018, antes de que la navidad diese comienzo.

La OCU ha realizado una segunda recogida de precios entre el 9 y el 11 de diciembre. En tan solo dos semanas -es decir, el tiempo que ha transcurrido entre las dos tomas- los precios han subido un 5.9%. El año pasado fue de un 2%. De los 15 productos que integran la cesta navideña elegida por la Organización, 10 han subido de precio, uno se mantiene estable y 4 han bajado. Los productos que han protagonizado una mayor subida siguen siendo los pescados y mariscos. Las almejas babosas han subido un 29% en solo dos semanas; los percebes, el 25%; el besugo y la merluza al corte han protagonizado una subida del 17 y 15%. Otros productos, como la piña, la lombarda, las angulas, el redondo de ternera, la pularda y las ostras presentan subidas mucho más ligeras, de entre el 2 y 4%.

El pescado y el marisco, prohibitivo 

Pero, ¿ha bajado de precio algún producto? La respuesta es afirmativa. La lubina, los langostinos, el pavo entero y el jamón han reducido su precio, aunque de una forma menos significativa y no pasan del 5% en muchos casos. Otros productos se han mantenido estables en su precio como el cordero lechal. También, es interesante saber de qué manera han evolucionado los precios estos últimos años. Al comparlos, vemos que son un 3% más elevados. Con todo, la cesta navideña nos cuesta un 35% más que en 2015. 

Pero aun así, y aunque pase el tiempo, el pescado y el marisco siguen siendo una opción al alcance de muy pocos. En los últimos cinco años, el besugo ha subido su precio un 154% y la merluza es un 91% más cara que en el 2015. La tendencia se mantiene si comparamos con los precios recogidos durante 2018 con los de ahora: el besugo presenta un precio medio un 52% más caro en la actualidad, o los percebes son un 34% más altos. También hay descensos significativos, sobre todo en aquellos productos que se han alejado de la tradición navideña. Entre ellos, las ostras, la angula y los langostinos. 

Con todos los precios comparados, muchos compradores se preguntan dónde van a encontrar los productos con mejor precio. Los mercados municipales son los menos indicados si queremos ahorrarnos unos euros, aunque siempre la calidad suele ser más superior. Por tanto, pagas lo que compras. En las grandes cadenas, como Carrefour, también hay subidas. Igual le pasa a El Corte Inglés o Mercadona, donde las subidas son más moderadas. 

Todavía queda tiempo para hacerse con todos los ingredientes para los platos navideños a un precio más o menos considerable. Aunque caros, mucho más nos gastaremos si decidimos comprarlos el día 23 o 24. Lo ideal será pensar en productos alternativos, que puedan reemplazar a aquellos de toda la vida, originales y que se convierten en la opción ideal de ahorro. Por ello, el cochinillo se ha erigido en los últimos tiempos como el plato que hace las delicias de todos los comensales y da un poco de descanso a los cocineros, que pueden preparar el plato con cierta antelación. Y, también, triunfan.