Bea acaba de llegar a casa de las vacaciones de Navidad. La maleta es mayor que ella casi. Cuando la veo, lo primero que pienso es en que traiga fiambreras de casa con comida. Después de dos días cambiando billetes de tren por culpa de la borrasca Filomena, cuando por fin ha conseguido este lunes volver a Madrid, se va a encontrar un nuevo problema: tiene la nevera vacía y en los supermercados hay muchos estantes vacíos.
— Me lo ha dicho también un compañero del trabajo, pero ¿no queda nada? —pregunta sorprendida cuando se lo digo.
— A ver, no es el apocalipsis (de momento), pero en algunos sitios hay pocas cosas. Si lo necesitas, deberías bajar pronto.
La tarde del lunes 11 de enero, Madrid presenta un paisaje distinto al de hace apenas dos días. El sábado día 9, la avenida Menédez Pelayo estaba impracticable. Los peatones disfrutaban de la nieve y muchos jugaban con ella. Imposible ver un coche en movimiento. Varios centímetros de nieve cubrían la calzada. Y todo aquello que estuviera a la intemperie, vaya. Como en el resto de la ciudad.
Pocas tiendas abrieron sus puertas entonces. El supermercado La Plaza de Dia, en la calle del Doce de Octubre, sí estaba en funcionamiento el sábado. Muchos aprovecharon entonces para comprar víveres. Quién sabe si fueron visionarios o fue simple casualidad. Había de todo, aunque la cola aquella tarde para pagar se hacía larga.
Nada que ver con la estampa que presentaban hoy las estanterías. Si su intención era, por ejemplo, comprar pan, tenía que olvidarse de ello. No había pan del día y las estanterías el pan de molde también estaba prácticamente vacías. ¿Huevos? Ni rastro casi, como tampoco casi de carne.
Situación similar vive el supermercado Dia&go que se encuentra enfrente del mencionado anteriormente. Nada de comida preparada. Tampoco hay pan. Algunos reponedores tratan de tapar huecos, aunque es imposible. Un cartel anuncia: "Debido a las condiciones meteorológicas, el suministro de mercancía se ha visto afectado".
Lo peor es que no se puede abastecer a estos supermercados aún. La calle continúa llena de nieve. Si no puede pasar por allí un coche, imagínese un camión de 4.000 kilos. El problema: estos no son los únicos supermercados desabastecidos.
El rastro de Filomena
La borrasca Filomena hizo que nevara en Madrid durante 30 horas seguidas entre el viernes y el sábado. Eso provoco que algunos supermercados no abrieran sus puertas el sábado ni el domingo. También que los camiones no pudieran acceder a Madrid y quedaran atrapados.
Este lunes han comenzado a llegar a Madrid algunos camiones. Un total de 160 habían accedido al mercado de abastos al mediodía. Sin duda una buena noticia, aunque aún queda para que se alcance la normalidad.
Hasta que el callejero madrileño no esté limpio del todo, será imposible que los supermercados vuelvan a mostrar llenas sus estanterías.
Este domingo ya se vieron cómo algunas tiendas regentadas por ciudadanos chinos se habían quedado sin víveres en Madrid. El lunes, en la frutería de la esquina de Narváez con Sainz de Baranda aún quedaba género, aunque ni patatas ni lechugas. En la tienda Mi Pan de Siempre, reconocían que les faltaba género, aunque tenían las estanterían aún llenas. De todas formas, son optimistas. Creen que mañana lo recibirán y no tendrán mayores problemas. Es un comercio pequeño.
Diferente perspectiva parecen tener en el Mercadona de la Plaza de los Reyes Magos. Allí falta de todo. La zona de la fruta y la verdura muestra paneles completamente verdes. Pero no porque haya género, sino porque ese es el color de las cajas.
Nos acercamos al dependiente. Aquí es donde más nos sorprende la falta de género. Parece mayor que en el resto de supermercados visitados.
— ¿Se les ha terminado el género o es que están haciendo remodelaciones?
— No queda nada.
— ¿Por la nieve?
— Sí, no podemos reabastecernos. No puede entrar ningún camión por esta calle y no tenemos de casi nada. Hasta dentro de tres o cuatro días no parece que vaya a volver la normalidad. Tienen que quitar la nieve y poder entrar los camiones. Además, el reparto será gradual. Lo siento.
La misma percepción parecen tener en el Carrefour Express de la calle Maiquez. El pasillo de los yogures es un solar. Queda poca variedad. También hay estanterías completamente vacías.
¿Previsiones de reponer en este lugar? Hasta que un camión de 4.500 kilos pueda pasar por la calle, nada. Por el momento, todo está lleno de nieve. En el garaje de al lado, un coche trata de alcanzar la avenida de Ibiza sin éxito alguno. Algún curioso ya lo aventuró cuando vio lo que intentaban. Al final, declinan y vuelven a la rampa marcha atrás.
Por el momento, no se sabe qué ocurrirá, ni cuánto estarán los supermercados sin abastecerse. Todo depende de lo que tarden los camiones en poder acceder a Madrid y a los distintos supermercados.
Mercamadrid avanzó a través de su cuenta de Twitter que comenzó la carga y descarga de género este lunes. De esta forma, reanudará su actividad a partir de hoy martes.
Mientras tanto, Asedas, patronal que agrupa a los supermercados, entiende que el problema es puntual y no hay motivos para la preocupación. "Se han empezado a reponer todo tipo de productos y, en cuestión de horas, se va a avanzar en esta tarea, que va a ser constante". A pesar de ello, desde la patronal han hecho un llamamiento "al comportamiento responsable de la población, ya que la reposición del stock va a ser continua".
Mascarillas y papel higiénico
En este paseo por los supermercados de Madrid también nos hemos pasado por el AhorraMás de la calle Sainz de Baranda. El panorama era el mismo que en el resto de los supermercados visitados. Bastantes estanterías vacías, sobre todo aquellas que están destinadas a alimentos perecederos.
Sin embargo, nos hemos fijado en un producto clave en el inicio de la crisis del coronavirus. Horas antes del confinamiento que afectó a España durante el pasado mes de marzo, la imagen más incónica fue la falta de papel higiénico en los supermercados.
La última tienda mencionada anteriormente apenas tenía papel higiénico en sus estanterías. Menos de diez paquetes en la suma. No obstante, esto no ha sido lo habitual durante el recorrido: algunos establecimientos visitados sí podían ofrecer estos servicios sin problemas por la tarde.
Por último, en plena pandemia, es importante también no quedarse sin suministro de mascarillas. En Mercadona preguntamos por las quirúrgicas. Nada. "Te voy a mirar dentro", nos dice la dependienta. Tampoco hay suerte. Habrá que esperar a que los camiones puedan acceder.