Clases en los bares, obras de teatro en el aula, una página web y las lecciones por YouTube. Así es el método de enseñanza de Alfredo Corell, valorado como el mejor profesor de España en 2018 según el II Premio Educa Abanca, considerados los Goya de la educación.
Corell es profesor de Inmunología en la Universidad de Valladolid desde 1999 y sus métodos de enseñanza le han llevado a ganar el premio gracias a que sus propios alumnos le propusieron. Sin embargo, empezó en la docencia cuando tenía 20 años como monitor de los Boy Scout.
Entre sus excentricidades educativas destaca la iniciativa Tus defensas salen de cañas. Esto consiste en ir una vez al año a un bar del centro de Valladolid a explicar distintas partes del temario, tanto a alumnos que a veces participan como a personas que pasen por ahí.
Pero la estrella de su docencia son las Inmunopíldoras, pequeños vídeos subidos a YouTube en los que desarrolla con explicaciones y gráficos algunas de las facetas más complejas de la inmunología. De corta duración y sencillas, estas ocurrencias ya tienen más de un millón de visitas en la plataforma y se han traducido al francés y al inglés.
Corell critica a sus compañeros profesores que no aprovechan la tecnología para llegar a los alumnos y pone a éstos en lo más alto del podio de la educación. “La libertad de cátedra es una capa de invisibilidad que se han puesto muchos de mis compañeros para no hacer nada nuevo durante años”, ha criticado en una charla TEDx.
“Hay que usarla a nuestro favor, porque el conocimiento pertenece a la sociedad y no hay nadie más ignorante que el que esconde el conocimiento para sí mismo”, ha asegurado. “El profesor no es el monolito a cuya sombra se tienen que cobjiar los alumnos”, ha añadido.
Su ansia de innovación y su tono desenfadado le ha llevado a imitar formatos de concursos de televisión, como ¿Quién quiere ser millonario? o Master Chef, para crear nuevas formas de crear y examinar a sus alumnos.
Pero no todo ha sido un camino de rosas. El año pasado un grupo de alumnos empapeló la facultad en la que impartía clases con pequeños folletos en los que ponía “Corell, maricón y socialista”. Un acto homófobo que él inmediatamente puso en conocimiento de la Policía Nacional. Sin embargo, el Goya de la docencia le ha sido dado por esos alumnos que le aprecian. Y con eso se queda.