En España, 18.000 niños y niñas de 4 a 14 años practican voluntariamente ejercicios de cálculo y lógica en su tableta u ordenador, de manera online, cuando regresan a casa después del colegio. Laura, por ejemplo, incluso el día de su Primera Comunión realizó su sesión diaria de matemáticas. Joan no falla en esta tarea ni cuando está de viaje con sus padres y Luis dedica 15 minutos cada día a resolver problemas matemáticos con su perro como espectador.
Son 18.000 niños que, desde bien pequeños e incentivados en el seno familiar, aprenden a amar las matemáticas con aplicaciones online como Smartick, desde el juego en sus primeros años hasta la resolución de problemas con enunciados más complejos en edades más avanzadas.
Este gusto por los números de los chicos y chicas que practican con el método online de aprendizaje de las matemáticas está alineado con la buena percepción que, según un reciente estudio elaborado por la Asociación Española para la Digitalización, DigitalES, tienen los alumnos de esta asignatura durante la Educación Primaria.
Sin embargo, como también apunta este informe, en Secundaria se produce un cambio con respecto a esta valoración positiva, de manera que un 73% de los estudiantes reconoce tener dificultades para entender las matemáticas y solo un 27% de los adolescentes se sienten confiados para resolver problemas.
Este salto entre uno y otro ciclo formativo puede apuntar a un fallo en el sistema educativo y estaría relacionado con el hecho de que cada vez sean menos los alumnos interesados en realizar carreras tecnológicas.
Pero, por qué ocurre esto si, como afirman desde Smartick, “cada día se realizan en España entre 700.000 y 800.000 problemas matemáticos, de forma totalmente voluntaria, lo que demuestra el interés de los menores españoles, al menos hasta los 14 años, en esta materia”.
Además, “el 94% de los alumnos que realiza una sesión diaria de Smartick incrementa su capacidad de cálculo, lógica y resolución de problemas; y 8 de cada 10 alumnos mejoran su nota en la asignatura de matemáticas”, señalan los fundadores de Smartick, Javier Arroyo y Daniel González de Vega. Sin olvidar “la confianza en sí mismos y la subida de la autoestima que les produce ir resolviendo los ejercicios satisfactoriamente e ir pasando de un nivel a otro, conforme el método va ajustando la dificultad al perfil y velocidad de aprendizaje de cada estudiante”.
Niños y niñas, igual de buenos
En relación con las vocaciones STEM de las chicas, el informe apunta como posibles razones por las que las matriculaciones de mujeres en carreras técnicas han bajado en los últimos años, la menor confianza en sí mismas, la preferencia por carreras de orientación social y la existencia de estereotipos.
Para los fundadores de Smartick, “los niños y niñas son igual de buenos en matemáticas, con nuestro método conseguimos que no haya ninguna diferencia de género significativa”.
Los centenares de niñas que cada año desean participar en el Campamento Smartick de Matemáticas y Tecnológica y el interés que muestran en las charlas de mujeres referente en estos campos profesionales que acuden a contar sus experiencias, avalan esta afirmación y rompen el estereotipo de niñas que solo quieren ser enfermeras o maestras.
“No es una cuestión de género sino más bien de ambiente y de la manera de enseñar las matemáticas. Desde Smartick creemos que la clave se encuentra en cómo se imparte esta materia”, afirma Javier Arroyo, muy en la línea las recomendaciones finales que hace el informe El desafío de las vocaciones STEM, que sugiere incluso el uso de métodos didácticos que aborden materias STEM, mediante juegos y actividades adaptadas a los niveles, en el seno de la comunidad educativa.
En este sentido, los expertos recomiendan también “incluir de forma obligatoria la formación tecnológica de los estudiantes de Primaria, incorporando asignaturas oportunas (programación, robótica, etc.)”, así como “llegar a considerar la tecnología como el idioma global del futuro”, mensajes totalmente alineados con los valores y objetivos de Smartick.