Lo que en otras circunstancias sería un runrún continuo de libros, uniformes y material escolar, este septiembre se acerca con la pesada sombra de la covid-19 envolviéndolo: la vuelta al cole está a apenas unos días de distancia y la incertidumbre continúa. Tan sólo hay un puñado de certezas entre los especialistas, y una resalta especialmente: el principal riesgo de la falta de organización para retomar las clases no es para los niños, no. Es para sus padres.
En la semana del fin de las vacaciones para muchos, EL ESPAÑOL habla con especialistas en Pediatría para elaborar el decálogo de recomendaciones para progenitores ante el nuevo curso. ¿Qué hago con mi hijo? ¿Qué necesita saber para ir lo más seguro posible a clase? ¿A qué se enfrenta en el terreno de la salud si no acude al colegio?
Todas las fuentes consultadas concuerdan en lo esencial: la importancia de una buena rutina de higiene. Especialmente, de manos. Puede parecer una perogrullada, pero sigue siendo el principal obstáculo ante el avance de la pandemia del coronavirus. Así que da igual si el escolar acude a Infantil, Primaria o Secundaria; si tiene una ratio mayor o menor en su clase. Lo que está en su mano para no propagar el virus es el jabón.
1. Lavarse las manos
Para la pediatra madrileña Irene Maté, lo fundamental es entrenar a los niños en las medidas de higiene. Enseñar para que ellos aprendan. “Lavarse bien las manos, después de ir al baño, al llegar a casa, al llegar al cole, al tocar algo, que se tosan en el codo, que no se toquen la cara”, detalla la médica. “Si les entrenan en eso y que el cole ponga por su parte, con las pautas establecidas, pues iremos mejor”, opina.
Maté anima a ello: “Es importante entrenarles. Si le hemos enseñado durante estos meses, ellos lo aprenden y lo hacen. Eso lo tenemos ganado. Además lo hacen muy bien, lo veo en consulta”. “Son muy metódicos una vez que lo aprenden: que al llegar al cole hay que lavarse las manos, que después de ir al baño hay que lavarse las manos… lo hacen. Hay que dedicarle un ratito”.
2. Entrenar el uso de mascarillas
Aunque las mascarillas son obligatorias para los mayores de 6 años, la etapa escolar puede comenzar mucho antes, por no hablar de la época de guardería. Por eso es importante que los niños se acostumbren a ellas cuanto antes. “Las medidas son las mismas que para todas las infecciones víricas de todos los años, con el añadido de la mascarilla en los niños grandes”, indica la pediatra Andrea Masiá, que ejerce en Villanueva y Geltrú (Barcelona).
“Los niños en sí tienen cuadros víricos simples en la mayoría de casos, el niño en sí, en su mayoría, son asintomáticos”, explica la doctora. “Los niños son portadores que llegan a su casa, en la que hay abuelos, padres, madres. Ellos están en contacto con otras personas, que a su vez están en contacto con otras... La cuestión primordial es la exposición del niño”.
Masiá también recuerda que la relevancia de usar las mascarillas el tiempo estipulado. “Que no caduquen: no vale de mucho llevar una mascarilla quirúrgica de hace un mes”.
3. No ir a clase con síntomas
“Es importantísimo no llevar al niño con síntomas, porque puede crear un foco. Tenían que haberse instaurado medidas de conciliación más realistas, porque hay que intentar no dejarles con los abuelos, que los abuelos sí que son personas de riesgo y que sí se pueden poner muy malos”, recuerda la pediatra Maté. “Es muy importante no llevarles con síntomas y ser rigurosos con eso: sabemos que es difícil, pero es esencial”, incide.
No hablamos únicamente de una sintomatología de la covid. Se refiere a cualquier síntoma. “No hay manera de diferenciar un catarro del coronavirus”, sintetiza la experta. “Los síntomas son inespecíficos e imposibles de diferenciar de cualquier cuadro catarral: fiebre, mocos, dolor de garganta, diarrea…”.
Además, en los estudios publicados, se ve que los niños más pequeños, por debajo del año, sí que tienen más riesgo de desarrollar una enfermedad grave si son expuestos. “Si se puede evitar que vayan a la guarde, mejor. En el resto de las edades, parece que la enfermedad es muy leve y en general no habría que hacer recomendación”.
4. No compartir juguetes ni material
Tanto el material escolar como los juguetes deberían ser de uso exclusivo, indican las especialistas. Es la manera más sencilla de que no se mezclen fluidos. “Son medidas que se pueden llevar a cabo, son sencillas y hay muchas que pueden evitar la transmisión, porque es una transmisión inadvertida mayoritariamente y que se podría parar así. Evitar compartir es evitar riesgos”, comenta la médica Maté.
5. Nada de repartir comida en el recreo
“A los niños es imposible decirle que tengan una distancia de seguridad. Así que tienen que ser más egoístas y no compartir su comida en el recreo. Esto debe conseguirse con explicación y pedagogía de los padres”, resalta la pediatra Masiá.
La lógica es la misma que la de los adultos y por qué no han de comer varias personas del mismo plato ni compartir alimentos. “Es complicado hacerles ver que la comida sólo puede ser suya, que no la pueden cambiar si no quieren más o no les gusta, pero hay que enseñarles”.
6. Una toalla personal
Para los escolares es importante salir del aula y no estar ocho horas seguidas entre las mismas cuatro paredes. “Hay que ventilar la habitación y a los niños”, sonríe Maté. Por eso no está de más, en su opinión, que los niños puedan moverse, pero siempre que “no se entremezclen, ordenadamente, que no coincidan los grupos burbuja entre sí”.
Otro de los momentos claves son los aseos. “Es importante que haya jabón en los baños, que en muchos colegios no lo hay”, recuerda la pediatra madrileña. Lo ideal sería que se sustituyeran los secadores de mano de aire por una toalla por niño, para evitar la transmisión del virus. Además, lo deseable sería que se llevara sus propios pañuelos en el caso de que no haya dispensador de papel higiénico y que no tuvieran que utilizar todos el mismo pomo a la hora de abrir la puerta del baño.
7. Cuidado con los juegos
Para la doctora Masiá hay grandes lagunas en la información que puede proporcionar a los progenitores ante la falta de protocolos fijos. Pero sugiere poner especial atención en el momento del patio de recreo. “Una cosa es lo que le digas que habría que hacer idealmente y otra lo que pueda hacer el cole”, avisa. Pero, en su opinión, “hay que ver qué tipo de juegos sí y qué juegos no, porque habrá juegos de contacto que no se podrán hacer”.
Pero la presencialidad y la socialización son claves en el desarrollo físico, educativo y cognitivo de los chavales. “Los niños para que se desarrollen normalmente necesitan interacción con otras personas, con otros niños, para el desarrollo de las habilidades sociales, para el desarrollo del habla, para jugar, que es muy importante para ellos. Durante este confinamiento hemos visto niños que se han quedado un poquito más atrás y es importante para que el desarrollo sea adecuado”, manifiesta la pediatra Maté.
“Para los niños más mayores, es importante volver ya para su salud mental. Que no se sientan solos, que no estén tristes, para que estén estimulados. Es importante también. Somos seres sociales y necesitamos esa sociedad con más iguales. Es importante para los niños también con menos oportunidades y de entornos desfavorecidos, para que no se queden atrás. Que tengan oportunidades de educación que no van a tener en casa”, arguye.
8. Ropa del cole y ropa de casa
Dentro del terreno de la prevención, una medida sencilla y efectiva es utilizar una ropa y unos zapatos exclusivamente para el centro escolar y otros diferentes para estar dentro de casa. Especialmente, entre los más pequeños, que basan parte de su desarrollo en el tacto y, en ocasiones, aún no controlan sus esfínteres y no se puede controlar que no se toquen la boca u ojos por su corta edad. Es parte de la rutina de higiene, especialmente si son varios hermanos de diferentes edades y distintos grupos burbuja.
9. Cumplir con el calendario de vacunas
El calendario de vacunaciones es importante siempre. Pero ahora, tanto o más. “No podemos perder el norte”, comenta la pediatra Maté. “Por mucho miedo que nos de el coronavirus porque estemos en una pandemia, el coronavirus está siendo una cosa muy leve en los niños. Las enfermedades que vacunamos no son enfermedades leves en los niños”.
“Quedarnos en casa y no llevar al niño al pediatra porque me da miedo y no le vacuno, pero le estoy dejando expuesto al sarampión, que es muchísimo más grave que el coronavirus, a la tos ferina, a la meningitis… es importante tener eso en la cabeza”, recuerda la doctora. “Y la vacuna de la gripe, en niños con enfermedades de base (asma, diabetes, otras patologías) sí es importante que estén vacunados porque la gripe puede ser importante para ellos. Además evitamos la confusión cuando empiece la gripe, porque no sabemos si se van a dar a la vez, si van a competir entre ellas… Es importante tener todas las vacunas”.
En el grupo de menores con diferentes enfermedades de base también pone el foco la especialista Masiá. “En los niños habría que diferenciar entre dos grupos: asmáticos, diabéticos, cardiópatas, niños con síndrome de Down, niños con inmunodepresión. Deben tener especial cuidado”. También se refiere la médica a niños “que han sido pretérmino, niños con tendencias a bronquitis, dificultades respiratorias… no podemos decirles que vayan con tranquilidad”. Precaución ante todo.
10. Adiós a las extraescolares
“Hay que ser muy cautos en decir esto porque toda esta epidemia no es solamente las características del virus, sino cómo nos movemos, nos relacionamos y juntamos. Hasta hace nada teníamos mucho miedo, nos juntábamos poco, nos protegíamos mucho y a los niños, y en las últimas semanas la gente ha vuelto a salir, ha perdido el miedo y entonces va a la piscina, a cumpleaños… y se están relacionando más los niños”, lamenta la doctora Maté.
“Creo que es importante que sean estanco de verdad, que sólo se relacione el niño con ese pequeño grupo, para eso no puede haber extraescolares. Sería si no el grupo burbuja del cole, el de flauta, el de fútbol… Los niños tienen muchas actividades y una vida social intensa. Es importante que haya grupos burbujas en el cole y que limitemos el contacto fuera del colegio”.