María proviene del latín y Eugenia es un nombre femenino de origen griego, cuyo significado es 'bien nacida'.
Esta santa nació en Metz, Francia, en el año 1817. Pasó su niñez en la frontera entre Luxemburgo, Francia y Alemania. Era hija de un padre volteriano y una madre que sólo practicaba un formalismo religioso.
La pequeña María Eugenia, el día de su primera comunión tuvo un encuentro místico con Dios, del que decía "nunca lo he olvidado". Sus padres se separaron al poco tiempo después y ella emigró junto a su madre a París. Allí, muere a causa del cólera. Ya huérfana, maría Eugenia vivió una temporada con una familia amiga en Châlons.
Durante ese tiempo, convivió con una sociedad desarraigada y mundana, que le hará reflexionar sobre sus creencias. Ese hecho, sumado a la fe que despertó en ella el sermón del obispo de Notre-Dame, hizo que llegase a la joven la vocación religiosa. Por ello, se fue a vivir con varios jóvenes a un apartamento para estudiar teología y ofrecer a la juventud un cristianismo. Tiempo después se consagraría a Dios como monja.
En 1842 abrió un colegio, el Impasse des Vignes. El ejemplo la santa atrae pronto a numerosos discípulos, creciendo su corriente y su comunidad. Funda, cada vez con menos gente allegada a su alrededor, congregaciones por todo el mundo. Francia, España, Inglaterra, Italia, e incluso América Latina. A pesar de su gran obra, lo único que verdaderamente perturbó su alma era la transmisión del amor verdadero hacia Dios. Murió en 1898.
Este y otros santos son celebrados durante este 10 de marzo:
San Attalo
San Macario de Jerusalén
San Víctor, mártir
San Droctoveo
Beato Elías del Socorro Nieves del Castillo