La ciudad de Madrid cuenta con muchos lugares que son dignos de ver y con muchos rincones que cuentan leyendas y tienen las historias más curiosas. Uno de estos lugares es el Cementerio de la Almudena que, aunque, se construyó como un espacio de descanso para los fallecidos, ofrece una visita llena de historia.
El Cementerio de la Almudena es el mejor reflejo de los cambios que ha experimentado la ciudad de Madrid y sus habitantes. Además de que se trata de uno de los cementerios más grandes de Europa Occidental, ya que, cuenta con más de 120 hectáreas.
Sin duda, la festividad del Día de la Almudena en la ciudad de Madrid es una buena oportunidad para visitar este lugar lleno de leyenda e historia. Si quieres saber más acerca de este curioso cementerio, sigue leyendo.
Los secretos del Cementerio de la Almudena de Madrid
Una de las curiosidades del Cementerio de la Almudena, que se construyó en 1884, es que actualmente hay enterradas cinco millones de personas, una cifra que supera al número de habitantes de la ciudad de Madrid.
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Asimismo, en un principio se construyó como un camposanto provisional, pero hoy en día es el cementerio principal de la ciudad. En concreto, está constituido por tres zonas de enterramiento (el cementerio civil, el cementerio hebreo y el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena).
Una historia escrita en lápidas
La primera persona que se enterró en la parte civil del cementerio fue Maravillas Leal González (se suicidó) y en la parte religiosa fue Pedro Regalado, un niño de 14 meses.
En el cementerio de la Almudena, en total, hay 143 personajes ilustres enterrados, como los presidentes de la Primera República, Nicolás Salmerón, Estanislao Figueras, y Margall Francisco Pi, el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, la bailaora Lola Flores, la actriz Lina Morgan o los escritores Pío Baroja o Benito Pérez Galdós.
Otras personalidades que también se encuentran enterradas en este cementerio son Tierno Galván y Ramón y Cajal.
Otras peculiaridades y leyendas del Cementerio de la Almudena
El ángel de la muerte que corona la capilla del cementerio es conocido por los madrileños como Fausto. La leyenda cuenta que si alguien escucha su trompeta, la muerte le acecha, ya sea la suya propia o la de algún ser querido.
Sin embargo, la leyenda no queda sólo ahí, debido a que la historia también narra que al principio, la escultura tenía el instrumento sobre su boca, pero por superstición se reubicó sobre sus piernas.
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El Cementerio de la Almudena también puede presumir de contar con una iglesia que es la única capilla modernista de toda Madrid.
Aunque, uno de los detalles que más llama la atención de este lugar es que llegó a contar con una línea de autobús propia. Se trataba de la línea 110 y recorría el interior del cementerio.