El pasado sábado, la Policía Nacional detuvo a un trabajador del Hospital de Alcorcón (Madrid) por intentar acabar con la vida de una anciana de 82 años. La mujer se encontraba ingresada en la unidad de trauma del centro hospitalario. J.J.F.G. -de 49 años y conocido como 'El asesino del clínico'- intentó asfixiar a la anciana con una almohada. En el momento de la agresión, su compañera de habitación se despertó y dio el aviso a los auxiliares.
El hombre formaba parte de la empresa Ilunion, que se encarga del servicio de lavandería y lencería del Hospital de Alcorcón. Además, según apunta la investigación policial, el hombre padece problemas psiquiátricos y se encuentra ingresado en la unidas de psiquiatría del mismo hospital. El hombre ya asesinó a otras dos personas hace más de 20 años. Fue en diciembre de 1997 cuando acabó con la vida de Valeriana de la Fuente, de 82 años, cuando dormía en la habitación 4.601 del Hospital Clínico. Tras esto fue detenido. En prisión asesinó a un recluso que dormía en la enfermería de la prisión de Carabanchel.
Llevaba 5 años trabajando en la lavandería
En el 2007 quedó en libertad aunque sometido a un control periódico desde un centro de referencia y medicado. También, se tiene constancia que intentó matar a otra persona en 1993. El hombre llevaba cinco años trabajando en la lavandería del Hospital de Alcorcón. Tal y como apunta El Mundo, sus compañeros han afirmado que se trata de una persona fría y reservada.
Los últimos hechos ocurrieron en la habitación 19 de la Unidad de Traumatología, cuando los auxiliares escucharon cómo salían unos fuertes gritos de una de las estancias. En seguida, acudieron a la habitación y se encontraron al hombre de pie junto a la cama donde se encontraba una de las pacientes. A continuación, la profesional acudió a socorrer a la mujer mientras el sospechoso huía de la habitación. Las enfermeras avisaron de inmediato al servicio de Seguridad y a la Policía asegurando que conocían al agresor, ya que "trabajaba en el servicio de lencería del hospital" sin poder aportar más datos sobre él.
Cuando la Policía Nacional llegó al hospital, el hombre ya se encontraba retenido por los vigilantes de seguridad. Además, se dieron cuenta de que presentaba un corte en el brazo, por lo que decidieron interrogarlo. El hombre afirmó "que no había ocurrido nada". Pero acabó reconociendo que había sido él quien había intentado asfixiar a la anciana.